sábado, 29 de noviembre de 2014

The Purge: Anarchy (2014)



En la primera The Purge, el director y guionista James DeMonaco nos quedó debiendo muchas cosas, su anterior película no fue más que un derroche de ideas desperdiciadas y mal utilizadas que conjunto con unos personajes desastrosos (ni Ethan Hawke pudo salvarla) hicieron de una excelente premisa algo bastante olvidable, si bien es cierto, The Purge tuvo un par de escenas emocionantes y unos villanos planos pero bastante carismático eso no le sirvió para que fuera una película de horror recordable, pero la recepción del público y lograron vía libre para la producción de una secuela que sin duda alguna desmitifica ese dicho que dice que "las segundas partes nunca son buenas".

La historia nos muestra como en una Estados Unidos, el gobierno decide que una noche al año, durante doce horas, cualquier actividad criminal, incluso el asesinato, será legal. No se puede llamar a la policía o bomberos y  los hospitales no admiten pacientes, esto como una nueva política de los llamados los Nuevos Fundadores de América que busca bajar los indices de criminalidad, disminuir el desempleo y construir una nueva Norteamérica "limpia", en esa noche de purga una pareja sufre una avería en pleno centro de la ciudad a pocas horas de empezar el evento, una madre y su hija empiezan la huida luego de que el edificio donde vivían fuera atacado y un hombre fuertemente armado decide aprovechar la impunidad que sólo se le da una vez al año para buscar venganza. Los caminos de estás cinco personas se unen y deberán buscar una manera de sobrevivir.



En esta secuela la historia se expande al desarrollarse plenamente en sitios abiertos, algo que mejora bastante en la primera cinta que se desarrolló plenamente dentro de una casa, así también la historia, escrita por DeMonaco, explora muchos detalles de la purga a través de sus variados personajes; la pareja (Liz y Shane) que se queda varada a pocas horas de comenzar la purga representa a los norteamericanos promedios que sólo buscan protección, la madre y su hija (Eva y Cali) a los inmigrantes que se sienten amenazados y el anti-héroe (el sargento), interpretado por Frank Grillo, uno de las tantas personas que ven en la purga la oportunidad de vengarse, emprenden por "accidente" un viaje juntos en busca de seguridad, a través de una ciudad sumida en el caos.

Fue un acierto llevar la acción a las calles ya que de esa forma nos muestran a detalles varias de las situaciones que se presentan en la noche de la purga, en la que vemos como muchas personas ven esto como una festividad a la que recurren para poder cometer crímenes con la tranquilidad de no ser juzgados, otros lo hacen para vengarse de las personas y un grupo se va de cacería para traficar con personas y vendérselos a la élite en forma de presa quienes buscan una diversión  mucho más privada y "entretenida", también los temas que tocan en la película se profundizan mucho más, en la historia vemos esa glorificación a los Nuevos Fundadores de la patria americana, el consumismo, enfocado hacía las armas, la forma como ven los norteamericano la purga y como reclaman su derecho a "purgar" su país, así como también la verdad sobre el verdadero significado que tiene dicho evento.

The Purge: Anarchy, es una película mucho más redonda que su antecesora, llena de escenas de suspenso y mucha acción que muestran en lado oscuro de las personas cuando no se ven regidas, durante doce horas por las leyes y la moralidad, una cinta que, sin ser profunda, nos lleva a cuestionar muchos aspectos de la naturaleza humana ("Si tuviéramos doce horas para cometer un crimen sin ninguna consecuencia, ¿qué haríamos?"), cuenta con un elenco bastante acoplado y una historia que aunque expande su mitología, no es del todo explorada, solo falta esperar que en futuras entregas se toquen la historia detrás de la purga o los inicios de la noche de las bestias.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Como si fuera Dios (1983) de Robin Cook



Mi relación con Robin Cook es muy especial, cuando descubrí a este escritor americano lo hice con su segunda (y la que considero mejor) novela, Coma (1977), su prosa a pesar de no ser nada del otro mundo me gustó, pero lo que me cautivó fue el enfoque de thriller medico que le da a sus novelas, después de ese libro pasaron por mis manos Brain (Cerebro) de 1977 y Fever (Fiebre) de 1982, la primera no fue para nada sorprendente, y la segunda volvió a hacer que me interesara más por este autor. Sus libros están llenos de dilemas morales, y personajes muy humanos que muy fácilmente pueden pasar como una historia real, su sexto libro Godplayer o Como si fuera Dios (1983) sigue esa misma línea que hacen de Robin uno de los mejores en su género.

En "Como si fuera Dios" el doctor Thomas Kingsley, un reconocido cardiólogo,  y la doctora Cassandra Cassidy, una psiquiatra, son un joven matrimonio que trabajan en diferentes ramas de la medicina en el reconocido Boston Memorial, un reconocido hospital donde en los últimos años se han venido presentando inexplicablemente muertes quirúrgicas repentinas (MQR). Mientras que Cassie, sufre por la terrible diabetes que la afecta, se dará cuenta que ni su trabajo, ni mucho menos su matrimonio, son lo que ella creía que eran, mientras más se acerca a la verdad sobre los casos de MQR su vida estará en peligro.


La historia tiene los típicos elementos de que Robin Cook ha venido desarrollando en sus novelas; intriga, una pareja o matrimonio envuelto en un  caso médico inexplicable, dilemas morales, realidad social, una fuerte crítica a la burocracia y giros argumentales, y aunque puede que parezca que todos los libros son iguales, son los personajes o las situaciones a las que se enfrentan lo que le da un toque distintivo entre sus libros. Pero con Como si fuera Dios tuve mucho problemas con los personajes, empezando por Thomas Kingsley un egocéntrico, narcisista, homofobico, misogino, hijo de mami que pasa en la historia por un problema de drogas, drogas estimulantes que lo ayudan a estar alerta y cumplir con su exceso de trabajo, el doctor Kingsley es el responsable de que el Boston Memorial este como uno de los mejores centros médicos cardiovasculares del país, razón por la cual Kingsley se cree intocable y cree estar un peldaño más arriba que los demás mortales, con este personaje, por obvias razones, tuve muchos problemas para simpatizar, si bien en gran parte de la primeros capítulos su forma de actuar y de ser son totalmente justificables, después todos sus defectos empiezan a relucir y ahí es donde viene lo feo. Por otra parte, este libro me reafirmó lo que pensaba de Robin Cook, al autor no se le da muy bien escribir personajes femeninos (por lo menos los cuatro libros que he leído de él, los cuales los estoy leyendo en orden cronológico), siempre son muy estereotipados, o son la pareja o novia del protagonista, o el acompañante de éste, pero ninguna tiene una gran relevancia o fuerza como si fuera un personaje masculino, acá Cassie es muy dependiente a su esposo y aunque puede que el libro este más enfocada en ella en muchos capítulos, la forma en que está escrito hace imposible verla como una heroína. Me gustó mucho como hay esa pelea dentro de los médicos sobre que profesión es más importante que otra, acá Thomas siempre está "pordebajeando" a su esposa, queriéndole hacer ver que la psiquiatría no es una rama seria e importante dentro de la medicina, esto es un caso que se ve mucho dentro de la comunidad médica y la forma como acá está expresado muestra que esto es una realidad.

Una vez más Robin Cook en su novela juega con situaciones reales que muy fácilmente pueden estar ocurriendo en cualquier centro médico, en Como si fuera Dios nos encontramos con el dilema que nos hace cuestionar sobre quién es más digno de estar vivo, si una persona que tiene muchas probabilidades de vivir o alguien que se sabe no tiene muchas posibilidades de llevar una vida plena y satisfactoria, alguien está jugando a ser Dios en el hospital juzgando quien vive y quien muere y ese es el gran misterio del libro. Además de ese toque conspiranoico, también hay críticas hacía la burocracia médica y como esta puede ser igual o peor de dañina que una enfermedad degenerativa. También, como en los anteriores libros, me gusta ver como el autor le da mucha humanidad a sus personajes, todos llenos de virtudes y defectos, en este caso esto se ve reflejado en Thomas, el famoso cardiologo que le importa más mantener la fama y el respeto de sus compañeros y pacientes que la complicada relación con su esposa y madre, esa obsesión por ser siempre el mejor y demostrarlo lo llevará a muchos problemas como el abuso de drogas y un fuerte desorden psicológico.

Si no han leído Robin Cook, recomiendo encarecidamente leer su novela Coma, que por cierto tuvo una muy buena adaptación cinematográfica dirigida por el fallecido Michael Crichton, en ese libro se resume todo la prosa y el estilo que Cook desarrollará en sus próximas novelas, recomiendo importante empezar por ahí para que conozcan de una buena fuente el thriller médico (y es que a pesar del tecnicismo, la lectura es muy buena e intrigante), luego de ese libro recomendaría Fever y por último Como si fuera Dios, ya que este último no es tan intrigante como los dos anteriores, el giro argumental es un poco obvio, pero los dilemas médicos que tanto me gustan están presente, y es que, muchas veces me encontré divagando y un poco aterrado de que la vida de uno, como paciente, cuando está en un hospital está prácticamente en las manos de otra persona, y si uno se pone a pensarlo bien es algo aterrador.

Título alternativo: El falso dios
Título original: Godplayer
Editorial: RBA
Año publicación: 1995 (1984)
Traducción por: Valeria Watson
Temas: Misterio y suspenso, thriller médico.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Libro VS Película: Magic


Fats: Abróchense los cinturones. Va a ser una noche de muchos sobresaltos.

William Goldman es un novelista estadounidense, no sólo reconocido en el ámbito literario sino también en el cinematográfico, ya que además de escribir los guiones para varias de las películas adaptadas en sus libros también hace el trabajo como guionista independiente, Goldman es el responsable del guion de Misery (1990)  de Rob Reiner, considerada por muchos como una de las mejores adaptaciones de un libro de Stephen King. Y queda claro, después de ver también Magic, basada en su libro homónimo, y el cual también colabora como guionista su talento para hacer el traspaso del papel al celuloide.

William Goldman
Tal como pasó en la reciente Gone Girl (2014) de David Fincher donde la autora Gillian Flynn fue la responsable de escribir el guion de esta sorprendente cinta basada en su libro, superando con creces su homónimo literario, lo mismo sucede en esta película de 1978 donde queda claro que para que una película iguale o supere a su homónimo literario, por lo general, debe estar firmada por el autor del material original, y es que ¿quién más si no el autor para traspasar la magia de las letras a las imágenes? Y aunque esta no es una regla establecida, porque aun así han habido grandes películas basadas en libros escritos por guionistas diferentes a sus autores, sí que es interesante ver como el autor le da vida a sus personajes mediante el formato fílmico.

Magic nos presenta a Corky Withers, un mago profesional al que después de una vida sin éxito, las cosas empiezan a mejorar,  ha logrado encontrar el carisma que le faltaba para poder encantar al público y poder despistarlo para que le salgan bien sus trucos de magia: una marioneta, a la que llama Fats, con la que interactúa en el escenario y la que se convierte en su amigo inseparable. Pero cuando Corky está a punto de consolidarse, teniendo la posibilidad de actuar en televisión, logrando mediante su representante la oportunidad de grabar un piloto para la NBC, el mago comienza a tener problemas psicológicos que llegan a comprometer no sólo su vida profesional sino personal.


Como bien había comentado antes esta película es una adaptación de Magic, libro escrito por William Goldman quien también se encarga de escribir el guion logrando no solo una adaptación fiel de su obra sino también una película que supera con creces a su creación literaria. La película, a diferencia del libro, nos narra con un desarrollo ágil la historia de su personaje principal, algo que simplemente no ocurre con su homónimo literario. El libro se divide en tres actos: el primero en el que todo es confuso y se puede volver muy complejo a la hora de seguirle el hilo a la historia mostrando a un Corky lidiando con sus problemas mentales; el segundo acto donde nos trasladan al pasado del personaje principal, su relación con su padre y su primer y único gran amor; y el tercer acto, lleno de muchos momentos no solo reveladores sino terroríficos donde el autor se luce al mostrar a un personaje devastado psicológicamente lidiando con todas las consecuencias de sus problemas. Se puede identificar este tercer acto como en el que se basa gran parte de la película. Y aunque se puede echar de menos detalles de la historia como la forma en que Frats llegó a la vida de Corky o una historia más profunda de este personaje con relación a su familia y los momentos previos a conocer a su mentor, Merlin, William Goldman se las ingenia para que esos detalles que en el libro enriquecían la lectura no hagan falta en la película, haciendo sorprendentemente de ésta una versión muy fiel a la vez que es más atrapante para el espectador. Y ni hablar de los personajes que son tal cual como el mismo autor los concibió en el papel.

Hablando de personajes, es increíble el poco recibimiento que tiene esta película dentro de la filmografía de Anthony Hopkins, quien la protagoniza, siendo este uno de sus mejores trabajos interpretativos. Como Corky, Hopkins tiene un desarrollo espectacular al mostrar a un hombre que poco a poco cae dentro de un circulo de psicótico y enfermizo en el que se va hundiendo más y más y del cual podemos ver su evolución, llegándonos realmente a preocuparnos por su salud mental y lo que esto puede llegar a afectar a los personajes secundarios. Impresionante también la forma en como caracteriza a este mago, que en cierto punto alcanza un aire al Norman Bates de Anthony Perkins en Psycho (1960) de Hitchcock, y no solo el trabajo de Hopkins se lleva las palmas por su interpretación sino en la forma como se mete en el papel del mago al ejecutar con total control las habilidades de dicho personajes, como sus trucos con las cartas y como obviamente el control y el ventrilocuismo con su muñeco, Frats, parte importante de esta película y quien, gracias a el actor, parece un personaje más de la película aun cuando, al parecer, sabemos quien tiene el control de quien.

A pesar de que la película cuenta con pocos personajes secundarios todos cumplen a cabalidad al retratar fielmente a su homónimo literario, Ann-Margret como Peggy Snow, la obsesión amorosa de Corky, nos muestra a un personaje sin esperanzas que ve en su viejo amigo una luz para poder salir de la vida que lleva cuando se casó con Duke, interpretado por Ed Lauter, un hombre machista que ha visto como su vida se ha venido abajo y ve su estabilidad emocional puesta a prueba con la aparición de Corky a la vida de él y de su esposa formándose una especie de triángulo amoroso que afectara sus vidas. Mención especial al fallecido Burgess Meredith (Rocky) como el agente y amigo de Corky.

Richard Attenborough
Además del excelente guion la película funciona por el tacto de su director, el ya fallecido Richard Attenborough (1923–2014) ganador del Oscar por Gandhi (1982) y responsables de otras películas como Chaplin (1992), el director crea durante toda la película una atmosfera en donde uno sabe que todo va a acabar muy mal y no solo por la mala leche de su personaje principal sino por como nos muestra la relación de Corky con su marioneta Frats. El director logra capturar la magia de William Goldman y la forma como mostraba el desarrollo de la locura de Corky y el inminente riesgo que suponía para las personas que estaban a su alrededor. Magic da esa sensación de película clásica. No es una película totalmente terrorífica, sino una cinta donde tanto el director como el guionista se toman su tiempo para construir en crescendo una historia cuyo nivel de suspenso nos mantiene pegado a la acción de la pantalla y aunque no se ve mucho de esa acción la forma como están escritos los personajes y dirigida la cinta es suficiente para mantener la atención a ella, sumado a la música del también fallecido Jerry Goldmsith (Alien, Poltrergeist) y la cuidada fotografía de Victor J. Kemper hacen de este un clásico que lastimosamente no está bien valorado.

No entiendo como una película como Magic ha pasado desapercibida bajo el radar de muchas personas, confieso que llegue a la película gracias al libro que conseguí por casualidad y hasta ahora ha sido uno de los descubrimientos literarios y cinematográficos más agradables que he tenido. Si bien la película, quede este lado del charco se llegó a llamar “El Muñeco Diabólico” y hasta” Magia Negra” no tiene nada que ver con esos títulos a los que fue traducida en países de habla hispana si es un estudio sobre la psicología de su personaje principal y el deterioro de su psique, no la típica película sobre el muñeco asesino que se ha puesto de moda últimamente  por películas como Annabelle (2014). Me atrevería comparar esta cinta con Psycho (1960), guardando su debida distancia, sobre todo a la hora de mostrar un personaje muy complejo que en este caso canaliza y crea una especie de segunda personalidad en un muñeco de madera que utiliza para hacer lo que él no se atreve, o puede, hacer.



Y a pesar de que para muchos, Magic le puede parecer demasiado sosa o incluso “desactualizada”, es una cinta que por lo menos vale la pena ver una vez para regocijarse con la grandeza actoral de un peso pesado de la actuación como lo es Anthony Hopkins y ver que el actor es mucho más que su personaje de Hannibal.


sábado, 22 de noviembre de 2014

Mercy (2014)


Stephen King es uno de los autores que tiene una enorme bibliografía a la cual recurren, de vez en cuando, tantos productores como estudios para buscar dentro de tantos libros e historias cortas algo para adaptar, y no es por nada, pero el autor es el responsable de libros en los que se han basado películas tan importantes dentro del género del horror (Carrie, The Shining, Misery) y el drama (Dolores Claiborne, The Shawshank Redemption) que sin duda es una buena fuente a la que Hollywood se dirige cuando las ideas parecen no fluir. Mercy es la nueva película basada en Gramma, una historia menor de Stephen King, que recientemente se estrenó (al igual que A Good Marriage) directamente al mercado del VOD (vídeo bajo demanda), no tan conocida como sus cientos de historias pero que a pesar de eso ya había visto su adaptación en el capítulo 18 de la primera temporada de la conocida serie televisiva de 1985 La Dimensión Desconocida. En esta nueva adaptación, dos hermanos van con su madre a cuidar a su abuela enferma, descubriendo que ella es una bruja que realizó un pacto diabólico usando magia negra años atrás con el fin de cumplir uno de sus más grandes sueños. 

El principal problema de este guión escrito por Matt Greenberg (1408, Halloween: H20) es que la fuente en que se basa para adaptar la historia es muy limitada, adaptar un cuento tan corto como lo es Gramma, no es algo muy fácil de hacer, ya que pueden ocurrir dos cosas: o se puede lograr expandir la historia haciendo algo más brillante y complejo, o también se puede caer en el error de echarlo todo a perder llenando la historia con personajes y detalles que le restan fuerza a la cinta, y esto es lo que ocurre en esta película, la historia de la cinta, a diferencia del cuento, se centra en los dos hermanos, George y Buddy, quien junto a su madre deciden hacerse cargo de su abuela, quién es sacada de un asilo luego de que se dieran cuenta de que ya tenía los días contados. La historia en la película toca temas como el abandono a los adultos mayores y como estos se vuelven una "carga" para sus familiares, pero George no lo ve así, a diferencia de su madre, su abuela en sus días lucidos fue como una amiga y ahora ve en su enfermedad la oportunidad de retribuirle con cuidados todo lo que ella le enseñó.



A simple vista, la historia puede parecer un drama y es que a pesar de los primeros minutos no se toca para nada el tema sobrenatural durante gran parte de la primera mitad de la película, vemos a George cuidando de su abuela mientras que su hermano Buddy, se desentiende de su labor, y debido a los comentarios de su tío y el párroco del pueblo empieza a darse cuenta del oscuro pasado de su abuela, y es ahí en ese momento donde empieza lo sobrenatural, con un desarrollo ya antes visto en películas sobre maldiciones, el clímax realmente no funciona, las escenas son muy oscuras y las acciones de los protagonistas son muy predecibles, además de eso, se le dio a la cinta un happy ending cuando hubiese sido un triunfo haberle dado el giro siniestro que le dio King a su historia.

En el cuento corto los únicos personajes durante todo el desarrollo de la historia son George y su abuela, pero en la película el guionista metió más personajes por cuestiones de metraje, porque en realidad no aportan nada a la historia, restando misterios y agregando explicaciones que le resta puntos a la película, a diferencias de personajes como el de George, interpretado por Chandler Riggs, Carl en The Walking Dead, su tío interpretado por Mark Duplass y su abuela Mercy, el resto de personajes a pesar de estar interpretados por actores buenos, no terminan por convencer y uno se desentiende rápido de ellos.



No conozco mucho de su director Peter Cornwell, pero por lo visto en su anterior película, The Haunting in Connecticut, a quedado a gusto con el tema de las maldiciones y posesiones, es una lastima que el director no aprovechó las escenas de suspenso para construir una película atmosférica, y cuando la acción sale a relucir y el clímax se vuelve intenso el director desaprovecha el momento con escenas demasiados oscuras que llegan a desesperar. Eso sí, un punto fuerte para esta película es su fotografía en exteriores, los paisajes son muy hermosos con cierto misticismo, es una lastima que en los interiores la película simplemente flojee.

Dentro de todas las películas basadas en los libros de Stephen King siempre son pocas las que logran hacerle justicia al material original o incluso superarlo, Mercy se queda a medio camino de lograr una adaptación decente, si bien anoté que la historia en la que se basa es un cuento corto (que a propósito está mejor adaptado y es más fiel la adaptación de La Dimensión Desconocida), los muchos detalles y alargues no aportan casi nada a la cinta (el personaje de la "amiga imaginaria" de George es penoso) restandole mucho el misterio con relación al material original.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Boyhood (2014)



Hay momentos en la vida que son innolvidables, momentos que nos marcan y que juegan un papel importante en nuestro futuro, quizá de esas etapas que tenemos como seres humanos hay una en especial que siempre añoraremos y esa es la etapa que va desde la niñez, pasando por la adolescencia hacia la adultez, y de esos grandes cambios que sufrimos durante esa etapa se han escrito muchos libros y filmados muchas películas pero quizá nunca con la misma pasión, honestidad y valentía como Boyhood de ese interesante director que es Richard Linklater.

Tal vez sí, el gimmick que usó el director (eso de estar filmada a lo largo de 12 años (2002-2013) pero en solo 39 días de rodaje) le da cierta ventaja sobre otras películas, pero no es algo que está simplemente por el hecho de estar, sino algo que va de la mano con la historia, el desarrollo y el estilo narrativo que nos plantea el director en esta cinta. Esta es la historia de Mason (Ellar Coltrane) desde los seis años y durante una década poblada de cambios: mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, también desilusiones, momentos maravillosos, de miedo y de una constante mezcla de desgarro y sorpresa. En pocas palabras es la historia de la vida de muchas personas, y por lo cual es más fácil sentirse identificado que con cualquier otra cinta de similar planteamiento.



Lo que nos plantea Richard Linklater no es más que un espejo, un espejo en donde nos vemos fielmente reflejados y en el que más de uno, en muchas de las etapas por la que atraviesa, Mason, el protagonista de la cinta, se va a sentir aludido, su historia no solamente es su historia sino la historia de muchas personas, y de la vida, que se ve afectada por los cambios que pasan a su alrededor, ya sean familiares o personales. Sumado a todo esto, Boyhood es la historia de una década, diez años de historia que se ven escena tras escena con ayuda de los diferentes sucesos que marcan una vida, por ejemplo, la historia abre con la hermosa canción Yellow de Coldplay, justo con la canción con la que la banda empezaba a despejar, también vemos a la hermana de Mason, Samatha, interpretada por Lorelei Linklater (hija del director) coreografiar uno de los hits de Britney Spears, así también vemos a un Mason atrapado por la magia de Dragon Ball Z, y un Estados Unidos a punto de salir de la presidencia de Bush y la inclinación de los hermanos (gracias a loa influencia de su padre) hacía la candidatura de Barack Obama, estos detalles y muchos otros más enriquecen de una manera extraordinaria la épica película de Linklater.

Una que imagine presenciar en el cine el crecimiento de los actores en "tiempo real", y es que ver a Ellar Coltrane (Mason) crecer no solo fisica sino emocionalmente fue algo bastante mágico, un aspecto único que sin duda es el punto más fuerte de esta película, su personaje no sólo evoluciona a nivel físico, pasando por las diferentes etapas por las que pasan los adolescentes, sino también a nivel mental y psicologico debido a los hechos de su vida; el regreso de su padre, luego de años sin haberlo visto, el matrimonio de su madre, violencia intrafamiliar, separación, bullying, enamoramiento, desenamoramiento, nuevas bodas, compromisos y responsabilidades, todo eso y mucho más moldea de una forma al personaje de Mason, y lo mejor es que somos testigos de como va cambiando su vida y la forma en como ve las cosas. Sumado esto también vemos el paso del tiempo en los padres de Mason, Ethan Hawke y Patricia Arquette, está última teniendo muchos cambios físicos significativos, y es que no es lo mismo ver a un actor envejecido por el maquillaje o por la magia del cine, que presenciar los cambios reales que tienen a través del tiempo, y en más de diez años pasan muchas cosas.

Boyhood sin dudas es el proyecto más ambicioso y pretencioso de Richard Linklater del cual sale muy bien librado, el director y también guionista encontró la forma perfecta de narrar la juventud de una persona, nunca antes me había visto reflejado gran parte de mi niñez y adolescencia en una película como lo fue en ésta, si bien la historia no tiene nada fuera de lo común y es la más normal del mundo es esa normalidad la que la hace fabulosa, sin artificios y ni agregados nos cuenta una historia real, que pasa de lo claros a los oscuros, como la vida misma. Es una epopeya no solamente sobre Mason sino sobre todos nosotros.

jueves, 20 de noviembre de 2014

The Hunger Games: Mockingjay - Part 1 (2014)



Hay una moda en Hollywood que últimamente está tomando mucha más fuerza y es el de exprimir una saga de películas justo cuando se está acercando a su final, sucedió con Harry Potter en su última entrega, la saga Twilight y ahora le toca el turno a la saga de Los Juegos del Hambre, apostando de esta forma de dividir la última película de una reconocida saga los estudios ven en ella una oportunidad por recaudar mucho más dinero dejando a un lado, o simplemente ignorando, el hecho del daño que esto puede ocasionarle a la película en cuestión en todo su conjunto.

Después de haber leído el libro de Suzanne Collins supe que iba a ser una muy mala idea tratar de alargarlo, ¿la razón? En mi opinión personal, la tercera entrega de Los Juegos del Hambre no es más que una historia bastante decepcionante en comparación con los dos libros que la preceden y que a pesar de tener una interesante connotación socio política y un mensaje sobre la consecuencia de la guerra es minimizado por darle protagonismo a un triangulo amoroso un poco forzado y restándole fuerza a un personaje tan llamativo como lo es el de Katniss Everdeen.

En The Hunger Games: Mockingjay - Part 1 asistimos a las consecuencias que dejó la anterior película, una Katniss Everdeen, destrozada por los eventos de los 75º Juegos del Hambre, El Vasallaje, recluida en el (que se creía extinto) Distrito 13 bajo el liderazgo de la comandante y presidenta de este distrito, Coin, y el consejo de sus amigos más leales, Katniss se ve forzada a cuestionarse lo que significa para ella ser el símbolo de la revolución, el sinsajo, mientras que intenta luchar por salvarle la vida a Peeta y los demás tributos que se encuentran bajo el poder del presidente Snow.



Debo admitir que tenía aunque mis esperanzas eran pocas cuando supe que el último libro de esta saga iba a ser dividido en dos películas quería que por lo menos fuera mejor que su homónimo literario, que quizás esas dos partes cubrieran los fallos del libros y resaltaran sus virtudes, pero luego de ver la cinta me encontré que lastimosamente cae en los mismos errores que el libro, la historia se desarrolla de una forma bastante lenta y poco emocionante, los guionistas Peter Craig (The Town) y Danny Strong (The Butler) no explota, ni mucho menos profundiza, sobre los horrores que dejó el bombardeo de El Capitolio hacia los distritos cuando estos se alzaron en armas, las consecuencias de dicha revolución es dejada a un lado por la historia de Katniss tratando de entender su protagonismo en esta guerra de el Distrito 13 versus el presidente Snow,  y la forma como es usada como propaganda de guerra para la inminente revolución. La crítica social y política están en esta entrega pero no tienen la fuerza necesaria que debería teniendo 123 minutos de metraje, en cambio, el desarrollo se vuelve lento con escenas de acción que aunque están bien orquestadas son muy pocas, dejando a la película, en ocasiones, en un estado de letargo. Francis Lawrence no es un director que me llame mucho la atención, pero su trabajo con la anterior entrega The Hunger Games: Catching Fire (2013), fue muy bueno, pero aquí se vuelve un poco repetitivo, y aunque la culpa no es toda suya (el guión y el material en que se basa tienen mucho que ver) pudo haber exprimido mucho más las escenas de acción, que son prácticamente olvidables y nada grandilocuentes como se esperaba.

Aunque Jennifer Lawarance sigue dando una muy buena interpretación como Katniss, siendo un reflejo fiel del personaje creado por Collins, no sorprende mucho, sí, ya se ha visto su buena capacidad interpretativa en sus anteriores películas y en las dos anteriores entregas de The Hunger Games se robó el show, pero acá (debido, una vez más, a el guión) se ve opacada por gran parte de los secundarios, Woody Harrelson y Elizabeth Banks vuelven a darle a la saga su toque humorístico, el ya fallecido Phillip Seymour Hoffman, Donald Sutherland y Julianne Moore le imprimen seriedad a la cinta, esta última siendo una gran ficha dentro del elenco y representando muy fielmente a la fría y calculadora Coin, por otro lado, Liam Hemsworth como Gale aún no despega y su personaje hubiese podido estar mejor trabajado y Josh Hutcherson (por obvias razones) no tiene mucha participación en pantalla pero da un muy trabajo casi al final de la cinta.

A pesar de que pueda parecer que odie completamente esta entrega, realmente no me pareció una muy mala película, lo que me pareció muy mal fue el hecho de que en el afán de explotar la franquicia la hayan dividido en dos partes aún cuando el libro perfectamente encajaba en una película de no máximo tres horas, además el hecho de que se muestre un poco más adulta con relación a el resto de películas dirigidos al público adolescente le suma puntos, eso si. al haber en esta película una completa calma me hace entender que para la segunda parte llegué la inminente tormenta, preparándonos para la verdadera revolución que se viene, espero no equivocarme.