miércoles, 28 de enero de 2015

Kreuzweg (Stations of the Cross) (2014)


Maria se encuentra atrapada entre dos mundos. En el colegio, esta chica de 14 años, tiene los típicos intereses de una adolescente, pero cuando está en su casa debe seguir los dictados de la Sociedad de San Pío X y su tradicional interpretación del catolicismo. Todo lo que Maria piensa y hace debe ser examinado ante Dios.

Según Wikipedia, Un viacrucis o vía crucis (en latín: «camino de la cruz») se refiere a las diferentes etapas o momentos vividos por Jesús desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. La expresión se usa también comúnmente para expresar todo tipo de dificultades que se presentan en la vida cuando se quieren alcanzar ciertos objetivos. Y un viacrucis es tan bien por lo que pasa Maria, una niña de catorce años, con una vida ascética.


Kreuzweg, también conocida como Stations of the Cross, es una película alemana dirigida por Dietrich Brüggemann y que nos cuenta de una manera muy peculiar, haciendo uso de las estaciones del viacrucis, la forma como una creencias afectan la vida de una adolescente. La manera como nos cuenta la historia, ya de por si es lo más interesante y coherente que he visto en cintas que tocan este tema, el director se vale de catorce de quince estaciones divididas en varias escenas, empezando la condenación de Jesús a muerte y terminando por su sepelio, para hacer un paralelo mediante escenas de la vida de Maria, una jovencita criada por una familia muy creyente y fundamentalista. El director se vale prácticamente de planos fijos para encuadrar las catorce escenas que componen esta película, presentándonos de esta forma de una manera bastante intima y contundente los dilemas por lo que atraviesa Maria. Gran parte del acierto con relación a la historia quizás es gracias a que los guionistas Anna Brüggemann  y el a su vez director Dietrich Brüggemann, de niños tuvieron una experiencia igual a la de la protagonista de la película, por eso el acercamiento crítico hacía como las doctrinas religiosas pueden, de alguna forma, influir en el comportamiento de los más pequeños se puede ver durante gran parte del desarrollo de la cinta, siendo este junto con la dirección el mayor acierto de Kreuzweg.

Dietrich Brüggemann dirige esta película como si cada escena fuera un cuadro, y eso lo vemos por el uso en el 90% de las mismas de cámaras fijas, con tomas largas y diálogos que pueden parecer eternos pero que en conjunto encierran bastantes significados, como el de un acercamiento bastante intimo y personal a la vida de una niña criada con un pensamiento bastante fundamentalista, algo que se ve reflejado en el modo de vestir, expresarse y andar de la actriz Lea van Acken quien interpreta a Maria. El uso de exteriores se limita solamente a momentos puntuales y la fotografía es bastante "seca", dándonos una sensación en muchas de las escenas de total inmersión y claustrofobia. Si lo que Dietrich buscaba era padecer nosotros mismo este viacrucis, en realidad lo logró.


Kreuzweg (Stations of the Cross) es todo un ejercicio argumental que vale la pena ver, el director se arriesga con la forma en que decidió contar la historia pero sale muy bien librado, en ocasiones se puede sentir pesada y bastante lenta pero la forma en como se va desarrollando la historia junto con el acompañamiento de la evolución del personaje principal la vuelven muy llamativa, además crítica de manera muy acertada la manipulación, y el efecto que causa las creencias arriesgadas de una familia a los miembros de esta.


Calificación: 7/10

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