lunes, 22 de diciembre de 2014

Still Alice (2014)



Alice Howland, felizmente casada con tres hijos adultos, es una reconocida profesora de lingüística que empieza a olvidar las palabras. Cuando recibe el diagnostico de Alzheimer de inicio precoz, los lazos de Alice y su familia se ponen a prueba.

Uno no es consciente del daño que hace una enfermedad cuando no lo sufre directamente o por medio de un familiar o alguien cercano, y ese precisamente es el enfoque de Still Alice, que usa una enfermedad tan difícil de llevar como es el Alzheimer para probar que tan fuerte son los lazos que une a una familia. Si bien es cierto, que la película se mueve por ese motor llamado Julianne Moore, los directores y a la vez guionistas, Richard Glatzer y Wash Westmoreland, hacen un trabajo correcto a la hora de adaptar esta historia basada en el libro homónimo de Lisa Genova, sin ningún tipo de manipulación sentimental u otro artificio barato y solo valiéndose de la desesperada lucha de una mujer por no olvidar que es lo que la define.


Still Alice, es la lucha de Alice, por no desaparecer y terminar olvidando no solamente las personas que la rodean sino quien es realmente, y durante un poco más de 90 minutos vemos esa lucha de Alice, interpretada poderosamente por Julianne Moore, una mujer de cincuenta años que ve como su vida se va mermando cuando le diagnostican el Alzheimer, durante toda la historia nos muestran una mujer que tiene que pasar por cosas como el olvido de palabras (algo realmente muy fuerte ya que es una profesora de lingüística), hasta no reconocer a sus hijos, las cosas se van complicando cuando se da cuenta que su enfermedad es genética y posiblemente sus tres hijos se vean afectados en el futuro.

A pesar de que la historia es muy sencilla, nos muestra como se va degenerando la vida de Alice, la verdadera razón por la que está película funcione realmente es que tiene a una excelente actriz como Julianne Moore protagonizándola, Moore nos hace que nos sea fácil simpatizar con ella y nos mantiene atento a la historia, realmente demuestra el esfuerzo que hace con tal de mantener sus recuerdos y tratar de recordar cosas que antes le era sencillo recordar, es muy duro ver a su personaje tratar de encontrar las palabras para hablar o recordar donde queda el baño de su casa, y las cosas empeoran cuando le es difícil reconocer a uno de sus hijos. Al lado de Moore, vemos también a un elenco correcto, como el veterano Alec Baldwin y una Kristen Stewart que avanza pero que no logra despegarse de sus manías actorales. El enfoque que le dan  Richard Glatzer y Wash Westmoreland a Still Alice es un drama familiar, donde la historia del Alzheimer gira alrededor de una familia de clase media-alta y las consecuencias no sólo con las que debe lidiar Alice sino toda su familia, poniendo a prueba su paciencia y tolerancia, es un fiel acercamiento a esta enfermedad como lo fue en su época Away From Her (2006).

Still Alice es una película bastante clara con el tema que trata, y lo maneja y desarrolla de una forma natural y humana, se aleja mucho de cualquier chantaje emocional en el que pueden caer este tipo de películas que toca este tema para mostrarnos la compleja lucha de una mujer contra una enfermedad tan degenerativa como lo es el Alzheimer. La película vale verla, y no solo por la increíble actuación de Julianne Moore, que se perfila como una de las favoritas en los Golden Globes, sino por su historia que llega realmente a ponernos en la piel de una persona que sufre y lucha en contra de su enfermedad.

Calificación: 8/10

Ficha Técnica

Título original: Still Alice 

Año: 2014 

Duración: 99 min. 

País: Estados Unidos Estados Unidos 

Director: Richard Glatzer, Wash Westmoreland 

Guión: Richard Glatzer, Wash Westmoreland (Novela: Lisa Genova) 

Reparto: Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth, Hunter Parrish, Erin Darke, Shane McRae, Victoria Cartagena, Stephen Kunken, Eha Urbsalu, Cali T. Rossen, Kristin Macomber, Cat Lynch, José Báez, Jamie Lee Petronis 

Género: Drama

martes, 16 de diciembre de 2014

Starry Eyes (2014)



Sarah Walker persigue el sueño de Hollywood: convertirse en una estrella; pero de momento lo hace desde un trabajo insatisfactorio y sin mucho éxito en las diferentes audiciones a las que acude. Hasta que va a dar con un misterioso anuncio, el cual le llevará paso a paso a través de una serie de extrañas entrevistas y pruebas que la catapultarán a la fama como protagonista de una nueva cinta de culto, nunca mejor dicho. Aunque todos sabemos que la gloria tiene un precio, y el cuerpo y la mente de Sarah serán los encargados de pagarlo.

Más allá de su glamour, de todo lo que parece, vidas felices y una industria que ha crecido exponencialmente y que prácticamente no se puede despegar de la palabra cine, Hollywood no es una fábrica de deseos, se puede decir que sí es a lo que apuntan los actores y actrices novatos pero que a pesar de parecer un lugar amigable no es lo que parece, y Starry Eyes una película independiente nos muestra dentro de su fantástica historia el infierno en el que se puede convertir la vida de alguien que sueña con llegar a ser una estrella de cine.



Los directores Kevin Kolsch y Dennis Widmyer escriben una historia que rememora desde Roman Polanski, pasando por David Lynch y llegando hasta David Cronenberg, para contarnos por todo lo que tiene que pasar Sarah Walker para llegar a ser una gran actriz, y a pesar de lo simple que puede parecer es una historia que no es para nada genérica, sí, recurre a varios temas dentro del mundo del horror pero que funcionan dentro de esta película. Starry Eyes es una crítica a la industria cinematográfica, pero más exactamente a las grandes productoras de películas por medio de la historia de Sarah, a quien vemos sufrir por cumplir su sueño de ser actriz y lo bajo que llega a caer para conseguir hacerlo realidad, y no sólo es la parte del trato hacia los actores sino la forma como se comportan, o como opera, dicha industria para lograr crear un nuevo producto, o en este caso, una nueva estrella. Lastimosamente la historia hubiese sido explotada aún más si le diera mayor significado al simbolismo que maneja, está claro que dichos detalles están manejados de una manera tan sutil como calculada pero al final se siente que se dejaron de explotar dichos detalles.

La película funciona y logra atraparnos gracias a la increíble actuación de Alex Essoe como Sarah, la actriz refleja fielmente esos sueños y esas ganas que se ven en una persona por salir adelante, y es que a pesar que el resto del elenco no está nada mal, ella logra sobresalir enormemente dentro de la plantilla de actores, ya que logra hacer conexión con los espectadores y logra transmitir esa furia, impotencia e injusticia por lo que atraviesa durante gran parte de la historia. Puede que su personaje a medida que se va desarrollando tenga cambios bastante bruscos pero, personalmente, los encontré enormemente justificables.



La dupla  Kevin Kolsch y Dennis Widmyer consiguieron realizar ésta película gracias  a una financiación colectiva, por lo que su bajo presupuesto se nota en algunas de las escenas pero que asombrosamente no logran empañar a la película, por ejemplo, los efectos prácticos, aunque no son nada del otro mundo, logran ser bastante sorprendentes, al igual que la producción de la película, que encuentra su punto más alto en el clímax. Por otro lado, debo mencionar que la música compuesta de Jonathan Snipes compuesta exclusivamente para esta película le da ese toque oscuro a cada una de las escenas, un trabajo excepcional que de seguro no pasará desapercibido para cualquiera que vea esta cinta.

Sin demasiadas pretensiones, Starry Eyes, me sorprendió, realmente no había escuchado hablar de ella y esperaba quizás encontrarme con la típica película de horror independiente que aparecen cada año en los festivales, pero realmente tiene una historia muy bien escrita que se deja de sutilezas para criticar y poner al descubierto el "lado oscuro" de Hollywood, además el trabajo de Alex y la música logran atraparnos y sumergirnos en este viaje personal al infierno de su protagonista.

Calificación:8/10

lunes, 15 de diciembre de 2014

White Bird in a Blizzard (2014)


Kat Connor es una joven de 17 años cuya vida cambia de forma inesperada cuando su madre, un ama de casa aparentemente perfecta, desaparece de repente sin dejar rastro. Aunque será complicado, Kat deberá intentar adecuarse a las nuevas circunstancias e intentar seguir adelante con su vida.

Gregg Araki es un director muy interesante, la mayor parte de su filmografía está compuesta por películas donde los adolescentes y las situaciones por las que atraviesan son el principal motor que mueven sus historias, quizá su película más recordada es Mysterious Skin con un soberbio Joseph Gordon-Levitt, ahora, después de cuatro años de ausencia regresa con White Bird in a Blizzard, donde recluta a la estrella en ascenso Shailene Woodley y la siempre talentosa Eva Green en una película que si bien no está a la altura de sus otras producciones tiene ese toque del director por lo que vale la pena verla.

Gregg Araki escribe está película basado en el libro homónimo de Laura Kasischke, como una historia que intenta abarcar muchos terrenos pero que se queda a media profundizando los puntos más claves de las cosas que cuenta, y eso es tal vez el principal error de esta película, primero se nos presenta como un drama adolescente con una protagonista, Kat Connor, y su despertar sexual, luego pasa a ser un drama familiar donde el personaje de Eva Green, Eve, interviene, para finalmente terminar con un thriller en busca de las respuestas de la desaparición de este último personaje, una unión que no termina de cuajar muy bien ni encontrar su dirección, pero aún así la historia maneja muchos temas que anteriormente el director ha tocado en otras de sus producciones, una sátira a las familias norteamericanas, la vida sexual de los adolescentes, entre otras. Sí la historia hubiese profundizado en los dos temas más importantes que nos presenta, el drama familiar y la desaparición de la madre de la protagonista, quizá White Bird in a Blizzard no hubiese dejado esa sensación de vacío.


Shailene Woodley ha tenido últimamente un ascenso muy importante en su carrera, quizá desde The Descendants  no se había visto en una película con una trama un poco más madura, ya que en su haber sus papeles más reconocidos han sido gracias a las adaptaciones de libros para jóvenes adultos como The Fault in Our Stars y la serie Divergent, películas con las que ha ganado mucho más reconocimiento, pero siempre es bueno ver a un actor o actriz salirse del estereotipo y mostrarnos otra faceta, y con la ayuda de Gregg Araki, Shailene nos da un personaje menos idealista, menos fantasioso y "perfecto", para entregarnos una adolescente más real como solo Gregg Araki puede escribir. Por otro lado,  Eva Green, aunque no está mucho tiempo en pantalla hace un trabajo notable como la típica madre de una familia norteamericana que se cansa de serlo, es un personaje bastante interesante que lastimosamente se encuentra desaprovechado porque la historia no parece encontrar ningún punto fijo al cual dirigirse.

Tal como en su película más conocida, Mysterious Skin, Gregg Araki hace uso de las escenas oníricas para darnos más detalles sobre de los secretos de la historia, pero en White Bird in a Blizzard estas escenas son un poco planas, menos profunda y más reveladoras los que le quitan un poco de suspenso al misterio de la película, aún así la película tiene un diseño de producción impecable y casi que acorde a la época en la que se sitúa la historia (finales de los 80's, inicios de los 90's) y además, al igual que siempre lo ha hecho, es muy honesto con su trabajo y las cosas que nos muestra, aunque su estilo rememora películas noventeras con temas un poco similares como American Beauty de Sam Mendes.


White Bird in a Blizzard no es una gran película, es un frío regreso del director tras su ausencia, es una cinta que cuenta con una historia que hubiese sido explotada si al guion se le hubiese dado un objetivo, pero no por eso no deja de ser simplemente interesante, la forma como Araki retrata a la juventud y los problemas familiares están presenta, además de que cuenta con un giro en la trama que realmente sorprende, y siempre es grato ver a Eva Green en pantalla aunque acá no este totalmente explotada.

Calificación: 6/10

jueves, 11 de diciembre de 2014

Nightcrawler (2014)



Esta película es un thriller donde todo transcurre en el bajo mundo nocturno de Los Ángeles. Jake Gyllenhaal interpreta a Lou Bloom, un joven impulsado en su búsqueda de trabajo que descubre el inquietante mundo del periodismo criminal, en donde reporteros independientes filman accidentes, incendios y asesinatos, un peligroso reino donde cada sirena es igual a un posible golpe de suerte y las victimas se convierten en dólares y centavos.

En el mundo del periodismo, ya sea prensa escrita o noticiarios, muy por encima del simple hecho de informar está la venta, vender imágenes que causen impacto, con un resultado final bastante amarillista, y haciéndonos cuestionar ¿dónde queda la moral y la ética profesional? Gran parte de este dilema es en el que se basa, Nightcrawler, primera película de Dan Gilroy, quién también escribe, y quien anteriormente se desempeñó como guionista de películas como  El legado de Bourne (2012)The Fall. El sueño de Alexandria (2006), presentándonos su primera opera prima como una gran carta de presentación a los cinéfilos.


En Nightcrawler seguimos la historia de Lou Bloom, y por consiguiente es la película de Jake Gyllenhaal un actor que en los dos últimos años ha mostrado mucho talento a la hora de afrontar personajes maduros, películas como Prisoners y Enemy, ambas del director canadiense Denis Villeneuve, muestra por qué es considerado uno de los mejores actores de su generación, y en esta, su última película, le da una vuelta de tuerca mostrando un personaje muy diferente a los de su interesante filmografía. Acá nos muestra a un sociópata, un perdedor en busca de un trabajo y que por cuestiones del azar ve en la caza de noticias nocturnas un buen sustento para vivir, armado de una cámara de vídeo y una radio policial se dedica a buscar cada noche accidentes, atracos, homicidios para vender dichas imágenes a un noticiario local, a medida que va escalando en su "carrera", Lou se va obsesionando con su trabajo. Un personaje bastante oscuro, interesante y muy complejo carente de moral y ética alguna al cual Gyllenhaal lo trabaja muy bien desde el nivel interpretativo; por medio del habla, su mirada y su andar dota de personalidad al personaje el cuál hace que sea imposible quitarle los ojos de encima, y el nivel físico donde vemos un actor delgado, ojeroso y bastante sombrío

Y es que además del personaje, Dan Gilroy nos presenta un guion muy bien trabajado, como crítica a la falta de profesionalismo de los medio de comunicación quienes con tal de vender noticias y causar impacto cruzan la barrera de lo moral y lo ético, en su historia fácilmente se puede ver un circulo vicioso donde la cadena que compra dichas imágenes va aumentando sus exigencias en cuanto a sangre y Lou con tal de satisfacer dicha demanda traspasa la línea de lo moral, ética y legalmente correcto. Es una historia bastante interesante que se centra en el desarrollo de su personaje principal y aunque, por momentos, se vuelve repetitiva logra un punto bien alto que termina sorprendiendo a propios y extraños. A Gilroy lo habíamos visto como contador de historias, y en su haber hay varias películas de acción, pero esta vez sentado en la silla de director logra recrear unas escenas de acción y persecución bastante trepidantes, el montaje, la edición y la musicalización, todo esos detalles juegan a su favor a la hora de contar su historia, que aunque por momentos parezca inverosímil y poco creíble logra capturar la atención por la labor del director y el actor.


Pueda que Nightcrawler no se perfile como la película del año, pero seguro encontrará un hueco entre lo mejor del 2014, la historia de Gilroy y la soberbia actuación de Jake Gyllenhaal son el gancho de esta película que muestra lo lejos que una persona puede llegar cuando deja a un lado su moral y su ética.

Calificación: 8/10

miércoles, 10 de diciembre de 2014

La quinta ola (2013) de Rick Yancey



En el amanecer de la quinta ola, Cassie está huyendo por un tramo desolado de autovía. Huye de esos seres que aunque parezcan humanos, deambulan por el campo matando a cualquiera. Dispersando a los últimos supervivientes en la tierra, aislando a los resistentes, intentando vencer, así, los últimos vestigios de la humanidad. Cassie sabe que mantenerse a solas es la única opción para seguir con vida. Hasta que se topa con el cautivador y misterioso Evan Walker. Un joven que parece capaz de ayudarle a encontrar a su hermano. Así que Cassie deberá tomar una elección definitiva: confiar o perder la esperanza, desafiar o rendirse, vivir o morir y abandonar o levantarse y luchar.

Si soy honesto, este libro lo leí después que se hiciera público que Chlöe Grace Mortez (Kick Ass, Let Me In) sería la protagonista de la adaptación de este libro, además su temática, una invasión extraterrestre, siempre me ha llamado la atención, sobre todo en esta literatura actual, ya que la mayoría de libros para jóvenes adultos (YA books), por lo general, tocan temas como las fantasías o la distopías, por lo que mis expectativas con La quinta ola de Rick Yancey estaban muy altas. Lo primero a lo que uno se enfrenta al leer este libro son dos cosas: la primera un escenario bastante desolador, post-apocalíptico y desesperanzador, y la segunda, Cassie, una protagonista muy sarcástica e irónica, ambas cosas sin dudas permanecen como lo más atractivo del libro hasta un poco más de la mitad, donde el autor empieza a meterse en el terreno de lo romántico restándole no solo originalidad a la protagonista sino el encanto que tenía.

A pesar de que toma el tema de una invasión extraterrestre, esta invasión de hecho es muy diferente a la que estamos acostumbrados, acá el tema central no es una guerra por el control del planeta, la historia se centra en la lucha de Cassie por sobrevivir a el holocausto que causaron una serie de olas (o etapas) que llegaron cuando una nave nodriza apareció en los cielos, olas que causaron confusión, enfermedades y desaparecieron a gran parte de los habitantes del planeta sin la aparación física de los extraterrestres. Y es así como la historia, narrada en primera persona, nos muestra a una protagonista muy ruda, desconfiada y que no le tiembla los dedos para accionar el gatillo de su arma, algo realmente sorprendente, lastimosamente descubrí que dicha personalidad tan frentera causó rechazo en muchos de los lectores, y sí, puede que Cassie sea muy dura con los demás personajes (incluso con su padre) pero la prefiero así al tipo depresivo y dependiente que fue Bella Swan en Crepúsculo de Stephanie Meyer

A simple vista, Cassie parece un personaje diferente, y es así como Rick Yancey no las muestra en gran parte del libro, pero el autor, no sé si para conseguir llegar a un grupo más amplio de público o estar en la nueva ola de los YA books, termina convirtiendo a Cassie en un personaje cliché, predecible y que pierde gran encanto que tenía al principio cuando aparece su primer interés amoroso, a partir de ese momento, la historia va en picada y toca temas ya visto en otros libros. Por si fuera poco, a medida que avanza la historia, nos presenta a otro personaje, "Zombi", quien nos muestra desde el punto vista militar la invasión extraterrestre, el problema con este personaje es que ni es tan llamativo ni carismático como el de Cassie, por lo que se pierde mucho el interés de su historia.

Los que buscan en La quinta ola un libro sobre una invasión extraterrestre como tal, terminarán decepcionados, al igual a los que buscan un libro muy diferente a los YA books actuales y es que a pesar de que Rick Yancey nos "venda" en los primeros capítulos un libro diferente termina por entregarnos una historia con los modelos actuales de los libros juveniles. Todo esto es una pena ya que tanto la historia como la protagonista eran muy prometedoras y se hubiese podido contar una historia con un resultado diferente al final, la quinta ola hace parte de una planeada trilogía pero por lo que a mi concierne me quedaré sin saber en qué terminará la historia ya que el libro no me atrapó y el destino de los personajes me importan muy poco para saber en que termina todo.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Monkey Shines (1988)



George A. Romero se le conoce más que todo por sus películas de zombies, y por ser casi que el creador de este sub-género dentro del cine de horror, y aunque dentro de su filmografía lo que prima son películas sobre muertos vivientes, también podemos encontrar películas diferentes, que casualmente son las menos conocidas de este director americano, como Monkey Shines, un thriller psicológico basado en el libro homónimo de Michael Stewart que cuenta los peligros de la experimentación con animales.


La historia de Monkey Shines empieza cuando Allan Mann, un joven con un brillante futuro en el mundo de las leyes y el deporte, sufre un terrible accidente que lo deja tetrapléjico. Su novia lo deja y su madre le atosiga con una enfermera, pero gracias a un amigo científico y una domesticadora de monos, encuentra una solución: la compañía de una mona, que lo ayudara con las tareas más simples que debido a su condición no puede ejecutar. La película a pesar de tener un guión muy bien estructurado es bastante predecible, desde el primer momento se puede predecir el comportamiento de la mona y las posibles victimas así que en ese apartado no hay mucha sorpresa, el pequeño giro que se le da a la historia es cuando nos damos cuenta que gracias a que el pequeño animal está alterado genéticamente puede fácilmente "leer" las emociones de su dueño, por lo que cada ataque de furia que tiene Allan hacía las personas a su alrededor, su mona lo traduce como una orden, algo que le da un toque un poco retorcido y psicológico al asunto.



No sé hasta que punto la película sea fiel al libro, pero George A. Romero hizo un muy buen trabajo en el guion porque a pesar de que la película llegua hasta los 113 minutos logra atraparnos con el desarrollo de la historia ya que resulta fascinante esa conexión que logra tener Allan con Ella, la mona, y por un momento logra esa ambigüedad sobre saber quién controla a quien. Aunque se echa de menos mucho más suspenso y un mayor énfasis en la relación telepática de Allan con su mona, ya que Monkey Shines no tiene muchas escenas que se puedan catalogar como de horror, y a excepción del clímax, la película puede parecerles a muchas personas un poco lenta.

Puede que está película tenga un muy bajo presupuesto, que de hecho no se nota a simple vista, pero Romero en su labor de director hace con lo poco que tiene muchas cosas que favorecen en todo la película, el tono que le da Monkey Shines hace que parezca más una película inspirada en los trabajos de Hitchcock, el director logra muchas escenas de suspenso muy bien logradas, gracias en parte a la interpretación de Jason Beghe, quien al hacer un personaje tetrapléjico logra transmitir la frustración que siente al no poder actuar, en la mayoría de las escenas, por cuenta propia. Por otro lado, al transcurrir la acción mayormente dentro de una sola locación no se siente cansino ni muy repetitivo y eso por el tono de que algo va a salir mal que le da el director a muchas de las escenas. En el apartado de la dirección no hay ninguna queja, hasta el pequeño simio se acomoda a las exigencias de la película, eso sí, en ningún momento transmite esa sensación de terror porque sabemos el origen de su comportamiento, lo que lo aleja mucho de ese horror "natural" que pueden tener otras películas sobre ataque de animales.


Monkey Shines es una película que puede parecer muy sencilla pero el tratamiento que le da Romero a la historia la hace bastante entretenida, pero aún así no es una película totalmente redonda, se echa de menos mucho suspenso y un poco menos de metraje para lograr hacerse un hueco entre las mejores películas del director, pero aún así, con sus pequeños fallos se puede decir que es una pequeña joya que vale la pena descubrir.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Contact (1997)



Hace poco se estrenó la sobre hypeada Interstellar de Christopher Nolan, película que para muchos guarda muchas similitudes con el clásico de ciencia ficción 2001: A Space Oddysey de Stanley Kubrick, pero lo que mucha gente ignora fue que en 1997 Robert Zemeckis con Contact tocó temas similares a lo que toca Nolan (la dinámica padre e hija, agujeros de gusanos) en la que podría ser una precuela espiritual de la película del director inglés..

En Contact la Dra Ellie Arroway (Jodie Foster) quien trabajando para SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence), descubre una serie de mensajes filtrados proveniente de un planeta llamado Vega, Ellie ve dicho descubrimiento como el primer paso para demostrar que no estamos solos en el universo, pero su excitación se ve empañada cuando el gobierno de los Estados Unidos ve esos mensajes como un plan de guerra, Ellie debe demostrar que el mensaje es benigno a la vez que sus creencias y fe es puesta a prueba cuando Palmer Joss (Matthew McCoanughey) un viejo romance, y actual consejal espiritual del presidente, la enfrenta.


Desde la primera escena vemos la vastedad del universo al mismo tiempo que intentamos razonar sobre lo ilógico que sería pensar que estamos solos, que es prácticamente la idea principal que nos propone Contact. El guion escrito por James V. Hart y Michael Goldenberg, basado en la novela del reconocido Carl Sagan, no solo nos propone abrir la mente a los nuevos descubrimientos sino que también estudia el conflicto que siempre ha habido cuando la ciencia y la religión se encuentran. Dicho conflicto entre ciencia y religión se ve muy bien diferenciado con los personajes de Jodie y Matthew, Ellie y Palmer, respectivamente. Ellie desde niña vivía fascinada con el universo, incluso siempre estaba buscando frecuencias para contactar a otras personas en diferentes partes del mundo, su sueño era algún día poder contactar con otros mundos, en cambio Palmer, un teólogo, que en cierto punto de la película se vuelve a encontrar con Ellie, siempre está para dar una respuesta espiritual a los descubrimientos de la ciencia. La dinámica entre saber quien tiene la razón y si hay o no un Dios, o la existencia de otro planeta llega a un punto donde simplemente se plantea que tanto la religión y la ciencia deben coexistir. Robert Zemeckis, responsable de clásicos como Back to the Future y Forrest Gump, realmente hace un trabajo maravilloso con Contact, ya que a pesar de su temática de ciencia ficción no hay un sobre uso de los efectos especiales además de que evita caer en los clichés de este tipo de películas. Acá el hilo conductor de la cinta es meramente la historia, y como se desenvuelven los personajes a través de ella, junto con el dilema de la fe y la ciencia.

Injustamente cuando la mayoría de las personas piensan sobre películas sobre extraterrestres, la gran parte piensa sobre cintas como Independence Day, cuando existe este tipo de películas que se aleja mucho de explosiones y guerras, para centrarse mucho más sobre nuestra posición en el universo, y sobre el acto de creer o no, y aunque para muchos el final ambiguo que se le da a la película no es muy satisfactorio, creo que Zemeckis cierra muy bien la historia y el debate sobre ciencia vs religión pare resumir en que creer no es más que un acto de fe.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Exodus: Gods and Kings (2014)



 Hollywood, prácticamente, abrió y cerró este 2014 con películas bíblicas (sin meter la múltiples películas de carácter religioso que se estrenaron en el transcurso del año), la primera cinta fue Noah de Darren Aronofsky, quién reimaginó la historia de Noé y el gran diluvio con un resultado final que dejó más detractores que partidarios, y la última de este año es la cinta de corte épico, Exodus: Gods and Kings (Exodus: Dioses y reyes) de Ridley Scott quien reinterpreta la historia detrás de Moisés y su travesía por liberar al pueblo hebreo de la esclavitud al que el reino de Egipto los tenía sometidos. 

Noah a pesar de sus fallos y su excesiva extravagancia me pareció una película muy interesante, muy por debajo eso sí, de las otras obras cumbres de Aronofsky, pero que nos presenta a un Noé un poco más "oscuro", y con muchas más dilemas, en pocas palabras: "más humano", con una mitología  muy original inherente de la película, en cambio la película de Scott, a excepción de unas muy buenas libertades que se da con el guion respecto al material original, no es muy arriesgada y se siente muy pesada dejando un vacío en el mismo en que termina, no muestra nada relevante que recordar y además las pretensiones de su producción oscurecen mucho a la misma película.


Ni con un planilla de actores como Christian Bale y su co-protagonista Joel Edgerton, quienes destacan muy por encima del resto de actores, Exodus: Gods and Kings logra brillar, y es que el manejo que se le da a los personajes no está muy bien trabajado, pasan muchas situaciones que uno olvida el trasfondo que le intentaron dar en un principio, y por si fuera poco tanto como Ben KingsleySigourney Weaver están bastante desperdiciados, sobre todo esta última que su participación en la película se puede resumir como un simple cameo.

Para una película de este corte, con un director como Ridley Scott me esperaba algo un poco más épico, quizás más aventuras y un poco de acción, pero el director se dedica a contarnos la historia de un Moisés en busca de su fe, y como un instrumento para liberar al pueblo Hebreo. Hubo muchas reinterpretaciones de momentos clásicos de esta historia bíblica como lo fueron las diez plagas de Egipto y la huida a través del Mar Rojo que realmente logran ser los únicos detalles maravillosos de esta película, el guionista Steven Zaillian, viejo colaborador de Scott, se luce sorprendiendo en la forma como reinterpreta los elementos clásicos de esta historia como, por ejemplo, el momento cumbre de la película como la escena donde interviene el Mar Rojo, que me pareció muy acorde al tono de la película. Aún así estos detalles quizás a la gente no les gustará y es que por lo general en las películas basadas en textos bíblicos las personas siempre buscan fidelidad con respecto al material original, por lo que eso es algo que puede jugar en su contra.


Ridley Scott es un director muy querido, nunca se mantiene en un género en particular, ha dirigido películas de horror como Alien, pasando por la ciencia ficción como Blade Runner, y hasta el drama con su película Thelma & Louise, por lo que es considerado un director muy versátil y aquí demuestra esa versatilidad a la hora de dirigir, aunque se mantiene dentro de los parámetros establecidos para este tipo de películas. Sus efectos grandilocuentes y la maravillosa fotografía cumplen con darle ese aspecto épico a la cinta, y es que a pesar de unos CGI no tan deslumbrantes siempre llena la pantalla con muchos detalles, tristemente todo ese trabajo técnico queda rápidamente olvidado y es que la historia tampoco se desarrollo de una forma muy atrapante para sostener la propia película. Además las muchas escenas irrisorias le restan seriedad a la película en los momentos más dramáticos.

Exodus: Gods and Kings cuenta con muchas fallas, se vende como una película épica pero no logra llenar completamente las expectativas, su largo metraje no justifica la historia tan pobremente trabajada y los actores a excepción quizás de los dos protagonistas no se sienten, queda claro que Ridley Scott no buscaba hacer otra The Ten Commandments, pero entonces ¿para qué arriesgarse con una historia que desde 1956, el director Cecil B. DeMille, contó y que aún permanece como una de las mejores cintas dentro de su temática?.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Libro VS Película: The Maze Runner



Cuando fui a ver The Maze Runner lo hice sin ningún tipo de expectativas, de hecho no había visto ni siquiera los trailers y no estaba al tanto del increíble fandom que tiene esta saga literaria, lo que si sabía era que pertenecía a una saga de libros escritos por James Dashner que estaban en todas las librerías aprovechando el boom de los libros distópicos comenzados por The Hunger Games, por lo que esperaba ver la típica película basada en unos libros con un triangulo amoroso de por medio, pero el resultado final fue muy diferente a lo que esperaba por lo que en el afán de profundizar más en la historia de la película me dispuse a leer la primera entrega sabiendo que en su homónimo literario habría más detalles de este interesante universo creado por Dashner.

La historia detrás de The Maze Runner nos presenta a Thomas un adolescente que cuando despierta de repente se encuentra en un ascensor y no recuerda quién es. De pronto, el ascensor se detiene, las puertas se abren y una multitud de chicos lo recibe. Ha llegado al Área, un lugar rodeado de altísimos muros con dos portones que todas las mañanas se abren y dan paso a un inmenso laberinto. De noche, las puertas se cierran y por el laberinto circulan unas aterradoras criaturas llamadas los penitentes. Todo lo que ocurre en el Claro sigue unas pautas: al abrirse las puertas, algunos chicos salen a correr al laberinto para buscar una salida. Una vez al mes, el ascensor sube con un nuevo chico, nunca una chica... hasta ahora. Tras la llegada de Thomas, suena una alarma y el ascensor trae a otra persona. Es una chica, y en la nota que la acompaña pone: "Ella es la última. No llegarán más". Con la llegada de Thomas y la chica las cosas en el Área empiezan a cambiar.

James Dashner
Lo primero que hay que tener claro es que la película no es totalmente fiel al libro, sí, sigue los mismos parámetros de la novela de James Dashner pero varian en muchas cosas con relación a la mecánica de como se van desarrollando los eventos, creo que el guionista Noah Oppenheim (quien también escribirá la última parte de otra saga distópica, Allegiant, de Divergent) hizo un buen trabajo al adaptar la historia de The Maze Runner, si bien es cierto se echan falta muchos detalles, creo que para una película de dos horas condensar un libro de más de trescientas páginas el resultado es muy bueno. Lo primero que encontramos con los grandes cambios con respecto al libro es que en la película Thomas se integra fácilmente con los habitantes del Área, algo que le costó mucho en el libro, ya que al ser el nuevo o el novato, fue victima de muchas novatadas y hasta bullying por parte de los más antiguos, la adaptación de Thomas en el Área fue mucho más dura, tuvo muchos momentos en los que estaba solo, en cambio en la película vemos a un Thomas que es muy bien recibido por los habitantes, además de que compagina rápidamente con los líderes Newt y Alby, ganándose prácticamente su confianza. En gran parte del libro vemos como Thomas lucha por integrarse a esta comunidad, las cosas por las que tiene que pasar y a las personas que tiene que enfrentar, ya que como es nuevo no se le tiene mucha confianza, ese detalle en la película no está muy bien trabajado, vemos a un Thomas mucho más heroico y confiado de sus habilidades, algo que honestamente no afecta mucho a la película pero si le resta un poco de profundidad a su personaje.

En cuanto a los demás personajes, los más fieles fueron el personaje de Gally, interpretado por Will Poulter, el de Chuck personificado por Blake Cooper y podría decir que en gran parte de la película, el del asiático Minho (Ki Hong Lee), todos ellos fueron fielmente retratados, además de estar muy bien escritos, sobre todo el personaje de Gally, que aunque su desarrolla cambia mucho en el climax de la película, se podría decir que es el némesis de Thomas, una persona que no desea cambiar el status quo del Área y que hará hasta lo imposible porque las reglas se cumplan y las cosas sigan siempre el mismo parámetro. El resto de personajes, sobre todo el de Thomas, lo sentí muy diferente al libro, como había anotado antes, acá es un personaje mucho que tiene muy claro lo que tiene que hacer, por otro lado, en el libro siempre hay distinciones en cuanto a los líderes del Área, donde Newt tiene un cargo "más elevado" que Alby, en la película es muy diferente, sentí que la voz cantante y el respeto que tenían los habitantes era mucho mayor hacía Alby. Pero el personaje más desperdiciado sin duda algunas fue el de Teresa cuyo papel hace Kaya Scodelario, en el libro, Teresa cumple un papel igual de importante que Thomas ya que ella es la responsable de los cambios a los que se ve sumido el Área, además su relación con el protagonista está mucho más trabajada, e incluso se comunican telepáticamente (detalle que acepto no se vería muy bien en la película), pero en la cinta no tiene mayor relevancia, sabemos que hizo parte de los experimentos con Thomas pero no se profundiza más en los pequeños detalles sobre su llegada al Área.

Wes Ball
Un gran punto bien trabajado en la cinta es el Área, esa pequeña comunidad con sus propias leyes y principios que rigen a los habitantes, el director Wes Ball lo traslada muy fielmente aunque con muchas variantes que no afectan en nada el desarrollo de la historia, otro gran punto a favor es el diseño del laberinto, personalmente me gustó mucho más en la película que en la forma como lo describen en el libro, creo que jugó mucho a favor el hecho de que lo hicieran ver imponente y el aura de misterio y los peligros que habían en él, además creo que las escenas de acción funcionaron mejor en la pantalla que en el libro, una de mis favoritas sin duda es la primera vez que entra Thomas en el laberinto, la sensación de peligro y claustrofobia esta mejor manejada por Wes Ball, en cuanto en la parte técnica la película mejoró bastante a lo mostrado en el libro, y aunque el laberinto del libro y de la película son muy diferentes en cuanto a configuración y detalles creo que Ball hizo un excelente trabajo al diseñar el laberinto que justificaran muchos de los cambios en la historia. El diseño de los penitentes, o laceradores como también se le conocen, es muy bueno, ya que en el libro no estaba muy claro su aspecto, pero me quedé con ganas de saber más sobre su función y el por qué de su aspecto bio-mecánico, algo que no solo hace falta en la película sino también en el libro. Otros detalles que hicieron falta fueron los escarabajos de CRUEL que funcionaban a modo de cámara, para vigilar a los habitantes, eso en el libro siempre aumentaba más el enigma sobre el significado de esa palabra. El ritmo de la película con relación al libro es mucho más acelerado, el nivel de suspenso es mucho más bajo y las incognitas son muy pocas pero el nivel de acción, aventura y peligro es mucho más alto, razón por la cual esta película funcionó, el libro no tiene muchas de esas escenas, y el clímax final no es tan emocionante como en la película con los habitantes buscando la salida y los penitentes detrás de ellos.


The Maze Runner empieza y termina de la misma forma que el libro, al inicio Thomas dentro de un ascensor y al final con ese epílogo que deja con ganas de saber y conocer mucho más de la historia, estoy seguro que la película fue un detonante para que la gente se acercara al libro (fue mi caso), por lo que para la gente que disfrutó mucho de la película les recomiendo acercarse al libro y conocer muchos detalles sobre el Área, los habitantes y los enigmáticos creadores. No es una película muy bien adaptada, si bien mucho de los cambios no fueron tan importantes habían unos cuantos que realmente ayudaba a comprender mucho más la historia, pero independientemente de esto la película funciona ya que tiene un ritmo trepidante y unas escenas de acción muy bien elaboradas, además de que es una película totalmente diferente y original a las cintas de su misma temática que deja con muchas más ganas de conocer la historia y es una gran antesala a lo que se vendrá en futuras entregas.

martes, 2 de diciembre de 2014

[•REC] 4: Apocalipsis (2014)

 


Jaume Balagueró y Paco Plaza se ganaron el corazón de muchos adeptos del cine del horror con su película [•REC], la primera parte de esta saga que ya llega a su fin, estaba llena de momentos de tensión y un clímax tan bien trabajado que se convirtió en la favorita de muchos, en la segunda parte, dirigida también por este dúo de directores españoles, las cosas tomaron otro rumbo, [•REC] 2 se enfocaba más en la acción que en el terror y aunque volvía a estar grabada en cámara en mano, la sensación no fue la misma que con la primera entrega. Para contar el inicio y el final de esta saga, los directores se dividieron, Paco Plaza contó el génesis de esta historia con [•REC] 3, alternando entre la grabación convencional y la cámara en mano, mezclando un poco el humor con el terror, en una entrega en la que ya se notaba el daño que le causaba el alargue a la franquicia, y para el final, en el apocalipsis, Jaume Balagueró retoma la acción y le da un cierre a la saga que deja mucho que desear.

La historia empieza contándonos qué pasó con Angela después que fuera rescatada del conjunto de apartamentos en Barcelona, la periodista despierta en un barco donde se encuentra en cuarentena con un grupo de científicos y un escuadrón de vigilantes dispuestos a mantener el orden, las cosas empeoran cuando un simio que estaba sujeto a pruebas experimentales con el virus que se desató en Barcelona escapa haciendo que reine el caos en la mitad del mar. Jaume Balagueró y Manu Díez son los responsables de este guión, quienes no cierran de una forma muy correcta una saga que por lo visto con el resultado de sus secuelas, nunca tuvo que tener una continuación, o no al menos en la forma y con los giros a los que llevaron la franquicia. Si bien, en la primera parte, lo más atractivo era el misterio y todo lo que rondaba acerca de qué causaba la infección, en la segunda entrega todo eso se destruyó cuando le dieron un toque místico y esotérico a la cinta, quitándole el misterio que habían logrado construir en la primera parte, para la tercera parte, el humor mezclado con la acción dejó mucho que desear para muchas personas, y aunque a muchos les encantó, yo fui uno de los tantos que sufrió al ver al nivel al que habían llevado la franquicia. Para el final, Balagueró por ignorar muchos hechos de las anteriores entregas y darnos una cinta llena de acción, sangre y gore, deja por el piso a la saga.


[•REC] 4: Apocalipsis funciona como una película genérica sobre infecciones, pero al venir de una franquicia que tuvo un muy buen inicio, las cosas toman otro giro, el guión no sorprende, yo realmente esperaba algún giro o algún nuevo detalle que explorara un poco más el virus, pero todo eso fue reemplazado por una historia sobre un grupo de personas que tratan de sobrevivir en un lugar aislado del peligro de una infección, nada nuevo en el panorama. Los giros que se le dan a la trama no sorprenden, de hecho sólo hay uno que se veía venir, y la historia parece bastante acartonada, al igual que los personajes. Fue un gusto volver a ver a Manuela Velasco interpretar a la querida Angela Vidal, pero su personaje, al igual que el resto del elenco carece de esa chispa y les faltan esa naturalidad que se vivió y se sintió en la primera y segunda entrega, a Angela Vidal ya no pude verla como una persona común y corriente sino como una actriz en toda regla.

Realmente esperaba mucho de Jaume Balagueró, su anterior película, Mientras Duermes, tiene un estilo y una atmósfera única, una cinta que aunque no es de terror puro si logra aterrar por la forma en que Balagueró nos presenta las situaciones y los personajes, de eso tan bueno que se vio en aquella película del 2011 nada queda, en Apocalipsis no se nota mucho el tacto que tuvo como en Mientras Duermes y [•REC] , y es una lastima porque la situación, un grupo de personas tratando de sobrevivir la expansión de un virus en alta mar, tenía mucho potencial, sobre todo para llevar a la saga a sus raíces, con un ambiente opresor lleno de misterio y bastante claustrofóbico. Pero Balagueró vuelve a cometer los mismos errores que en [•REC] 2, dándole mayor protagonismo a la acción sobre el suspenso y la tensión bien trabajada. Su trabajo acá no resalta y parece más una película dirigida por encargo, los efectos son bastante toscos, y aunque las escenas de acción son buenas hay momentos en las que no funcionan.


Lastimosamente [•REC] 4: Apocalipsis no es el final que se merecía esta historia y ni mucho menos los fans de la franquicia, la película llega a ser divertida en ciertos momentos pero pierde mucho su identidad durante gran parte de la misma, el concepto y la historia que pudieron haber sido mejor explorados y explotados caen en la formula genérica de las cintas sobre infecciones, los efectos aunque muy pocos se ven muy baratos y la escena final es de muy mal gusto. Una cinta que sin duda no será muy bien recordada.

sábado, 29 de noviembre de 2014

The Purge: Anarchy (2014)



En la primera The Purge, el director y guionista James DeMonaco nos quedó debiendo muchas cosas, su anterior película no fue más que un derroche de ideas desperdiciadas y mal utilizadas que conjunto con unos personajes desastrosos (ni Ethan Hawke pudo salvarla) hicieron de una excelente premisa algo bastante olvidable, si bien es cierto, The Purge tuvo un par de escenas emocionantes y unos villanos planos pero bastante carismático eso no le sirvió para que fuera una película de horror recordable, pero la recepción del público y lograron vía libre para la producción de una secuela que sin duda alguna desmitifica ese dicho que dice que "las segundas partes nunca son buenas".

La historia nos muestra como en una Estados Unidos, el gobierno decide que una noche al año, durante doce horas, cualquier actividad criminal, incluso el asesinato, será legal. No se puede llamar a la policía o bomberos y  los hospitales no admiten pacientes, esto como una nueva política de los llamados los Nuevos Fundadores de América que busca bajar los indices de criminalidad, disminuir el desempleo y construir una nueva Norteamérica "limpia", en esa noche de purga una pareja sufre una avería en pleno centro de la ciudad a pocas horas de empezar el evento, una madre y su hija empiezan la huida luego de que el edificio donde vivían fuera atacado y un hombre fuertemente armado decide aprovechar la impunidad que sólo se le da una vez al año para buscar venganza. Los caminos de estás cinco personas se unen y deberán buscar una manera de sobrevivir.



En esta secuela la historia se expande al desarrollarse plenamente en sitios abiertos, algo que mejora bastante en la primera cinta que se desarrolló plenamente dentro de una casa, así también la historia, escrita por DeMonaco, explora muchos detalles de la purga a través de sus variados personajes; la pareja (Liz y Shane) que se queda varada a pocas horas de comenzar la purga representa a los norteamericanos promedios que sólo buscan protección, la madre y su hija (Eva y Cali) a los inmigrantes que se sienten amenazados y el anti-héroe (el sargento), interpretado por Frank Grillo, uno de las tantas personas que ven en la purga la oportunidad de vengarse, emprenden por "accidente" un viaje juntos en busca de seguridad, a través de una ciudad sumida en el caos.

Fue un acierto llevar la acción a las calles ya que de esa forma nos muestran a detalles varias de las situaciones que se presentan en la noche de la purga, en la que vemos como muchas personas ven esto como una festividad a la que recurren para poder cometer crímenes con la tranquilidad de no ser juzgados, otros lo hacen para vengarse de las personas y un grupo se va de cacería para traficar con personas y vendérselos a la élite en forma de presa quienes buscan una diversión  mucho más privada y "entretenida", también los temas que tocan en la película se profundizan mucho más, en la historia vemos esa glorificación a los Nuevos Fundadores de la patria americana, el consumismo, enfocado hacía las armas, la forma como ven los norteamericano la purga y como reclaman su derecho a "purgar" su país, así como también la verdad sobre el verdadero significado que tiene dicho evento.

The Purge: Anarchy, es una película mucho más redonda que su antecesora, llena de escenas de suspenso y mucha acción que muestran en lado oscuro de las personas cuando no se ven regidas, durante doce horas por las leyes y la moralidad, una cinta que, sin ser profunda, nos lleva a cuestionar muchos aspectos de la naturaleza humana ("Si tuviéramos doce horas para cometer un crimen sin ninguna consecuencia, ¿qué haríamos?"), cuenta con un elenco bastante acoplado y una historia que aunque expande su mitología, no es del todo explorada, solo falta esperar que en futuras entregas se toquen la historia detrás de la purga o los inicios de la noche de las bestias.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Como si fuera Dios (1983) de Robin Cook



Mi relación con Robin Cook es muy especial, cuando descubrí a este escritor americano lo hice con su segunda (y la que considero mejor) novela, Coma (1977), su prosa a pesar de no ser nada del otro mundo me gustó, pero lo que me cautivó fue el enfoque de thriller medico que le da a sus novelas, después de ese libro pasaron por mis manos Brain (Cerebro) de 1977 y Fever (Fiebre) de 1982, la primera no fue para nada sorprendente, y la segunda volvió a hacer que me interesara más por este autor. Sus libros están llenos de dilemas morales, y personajes muy humanos que muy fácilmente pueden pasar como una historia real, su sexto libro Godplayer o Como si fuera Dios (1983) sigue esa misma línea que hacen de Robin uno de los mejores en su género.

En "Como si fuera Dios" el doctor Thomas Kingsley, un reconocido cardiólogo,  y la doctora Cassandra Cassidy, una psiquiatra, son un joven matrimonio que trabajan en diferentes ramas de la medicina en el reconocido Boston Memorial, un reconocido hospital donde en los últimos años se han venido presentando inexplicablemente muertes quirúrgicas repentinas (MQR). Mientras que Cassie, sufre por la terrible diabetes que la afecta, se dará cuenta que ni su trabajo, ni mucho menos su matrimonio, son lo que ella creía que eran, mientras más se acerca a la verdad sobre los casos de MQR su vida estará en peligro.


La historia tiene los típicos elementos de que Robin Cook ha venido desarrollando en sus novelas; intriga, una pareja o matrimonio envuelto en un  caso médico inexplicable, dilemas morales, realidad social, una fuerte crítica a la burocracia y giros argumentales, y aunque puede que parezca que todos los libros son iguales, son los personajes o las situaciones a las que se enfrentan lo que le da un toque distintivo entre sus libros. Pero con Como si fuera Dios tuve mucho problemas con los personajes, empezando por Thomas Kingsley un egocéntrico, narcisista, homofobico, misogino, hijo de mami que pasa en la historia por un problema de drogas, drogas estimulantes que lo ayudan a estar alerta y cumplir con su exceso de trabajo, el doctor Kingsley es el responsable de que el Boston Memorial este como uno de los mejores centros médicos cardiovasculares del país, razón por la cual Kingsley se cree intocable y cree estar un peldaño más arriba que los demás mortales, con este personaje, por obvias razones, tuve muchos problemas para simpatizar, si bien en gran parte de la primeros capítulos su forma de actuar y de ser son totalmente justificables, después todos sus defectos empiezan a relucir y ahí es donde viene lo feo. Por otra parte, este libro me reafirmó lo que pensaba de Robin Cook, al autor no se le da muy bien escribir personajes femeninos (por lo menos los cuatro libros que he leído de él, los cuales los estoy leyendo en orden cronológico), siempre son muy estereotipados, o son la pareja o novia del protagonista, o el acompañante de éste, pero ninguna tiene una gran relevancia o fuerza como si fuera un personaje masculino, acá Cassie es muy dependiente a su esposo y aunque puede que el libro este más enfocada en ella en muchos capítulos, la forma en que está escrito hace imposible verla como una heroína. Me gustó mucho como hay esa pelea dentro de los médicos sobre que profesión es más importante que otra, acá Thomas siempre está "pordebajeando" a su esposa, queriéndole hacer ver que la psiquiatría no es una rama seria e importante dentro de la medicina, esto es un caso que se ve mucho dentro de la comunidad médica y la forma como acá está expresado muestra que esto es una realidad.

Una vez más Robin Cook en su novela juega con situaciones reales que muy fácilmente pueden estar ocurriendo en cualquier centro médico, en Como si fuera Dios nos encontramos con el dilema que nos hace cuestionar sobre quién es más digno de estar vivo, si una persona que tiene muchas probabilidades de vivir o alguien que se sabe no tiene muchas posibilidades de llevar una vida plena y satisfactoria, alguien está jugando a ser Dios en el hospital juzgando quien vive y quien muere y ese es el gran misterio del libro. Además de ese toque conspiranoico, también hay críticas hacía la burocracia médica y como esta puede ser igual o peor de dañina que una enfermedad degenerativa. También, como en los anteriores libros, me gusta ver como el autor le da mucha humanidad a sus personajes, todos llenos de virtudes y defectos, en este caso esto se ve reflejado en Thomas, el famoso cardiologo que le importa más mantener la fama y el respeto de sus compañeros y pacientes que la complicada relación con su esposa y madre, esa obsesión por ser siempre el mejor y demostrarlo lo llevará a muchos problemas como el abuso de drogas y un fuerte desorden psicológico.

Si no han leído Robin Cook, recomiendo encarecidamente leer su novela Coma, que por cierto tuvo una muy buena adaptación cinematográfica dirigida por el fallecido Michael Crichton, en ese libro se resume todo la prosa y el estilo que Cook desarrollará en sus próximas novelas, recomiendo importante empezar por ahí para que conozcan de una buena fuente el thriller médico (y es que a pesar del tecnicismo, la lectura es muy buena e intrigante), luego de ese libro recomendaría Fever y por último Como si fuera Dios, ya que este último no es tan intrigante como los dos anteriores, el giro argumental es un poco obvio, pero los dilemas médicos que tanto me gustan están presente, y es que, muchas veces me encontré divagando y un poco aterrado de que la vida de uno, como paciente, cuando está en un hospital está prácticamente en las manos de otra persona, y si uno se pone a pensarlo bien es algo aterrador.

Título alternativo: El falso dios
Título original: Godplayer
Editorial: RBA
Año publicación: 1995 (1984)
Traducción por: Valeria Watson
Temas: Misterio y suspenso, thriller médico.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Libro VS Película: Magic


Fats: Abróchense los cinturones. Va a ser una noche de muchos sobresaltos.

William Goldman es un novelista estadounidense, no sólo reconocido en el ámbito literario sino también en el cinematográfico, ya que además de escribir los guiones para varias de las películas adaptadas en sus libros también hace el trabajo como guionista independiente, Goldman es el responsable del guion de Misery (1990)  de Rob Reiner, considerada por muchos como una de las mejores adaptaciones de un libro de Stephen King. Y queda claro, después de ver también Magic, basada en su libro homónimo, y el cual también colabora como guionista su talento para hacer el traspaso del papel al celuloide.

William Goldman
Tal como pasó en la reciente Gone Girl (2014) de David Fincher donde la autora Gillian Flynn fue la responsable de escribir el guion de esta sorprendente cinta basada en su libro, superando con creces su homónimo literario, lo mismo sucede en esta película de 1978 donde queda claro que para que una película iguale o supere a su homónimo literario, por lo general, debe estar firmada por el autor del material original, y es que ¿quién más si no el autor para traspasar la magia de las letras a las imágenes? Y aunque esta no es una regla establecida, porque aun así han habido grandes películas basadas en libros escritos por guionistas diferentes a sus autores, sí que es interesante ver como el autor le da vida a sus personajes mediante el formato fílmico.

Magic nos presenta a Corky Withers, un mago profesional al que después de una vida sin éxito, las cosas empiezan a mejorar,  ha logrado encontrar el carisma que le faltaba para poder encantar al público y poder despistarlo para que le salgan bien sus trucos de magia: una marioneta, a la que llama Fats, con la que interactúa en el escenario y la que se convierte en su amigo inseparable. Pero cuando Corky está a punto de consolidarse, teniendo la posibilidad de actuar en televisión, logrando mediante su representante la oportunidad de grabar un piloto para la NBC, el mago comienza a tener problemas psicológicos que llegan a comprometer no sólo su vida profesional sino personal.


Como bien había comentado antes esta película es una adaptación de Magic, libro escrito por William Goldman quien también se encarga de escribir el guion logrando no solo una adaptación fiel de su obra sino también una película que supera con creces a su creación literaria. La película, a diferencia del libro, nos narra con un desarrollo ágil la historia de su personaje principal, algo que simplemente no ocurre con su homónimo literario. El libro se divide en tres actos: el primero en el que todo es confuso y se puede volver muy complejo a la hora de seguirle el hilo a la historia mostrando a un Corky lidiando con sus problemas mentales; el segundo acto donde nos trasladan al pasado del personaje principal, su relación con su padre y su primer y único gran amor; y el tercer acto, lleno de muchos momentos no solo reveladores sino terroríficos donde el autor se luce al mostrar a un personaje devastado psicológicamente lidiando con todas las consecuencias de sus problemas. Se puede identificar este tercer acto como en el que se basa gran parte de la película. Y aunque se puede echar de menos detalles de la historia como la forma en que Frats llegó a la vida de Corky o una historia más profunda de este personaje con relación a su familia y los momentos previos a conocer a su mentor, Merlin, William Goldman se las ingenia para que esos detalles que en el libro enriquecían la lectura no hagan falta en la película, haciendo sorprendentemente de ésta una versión muy fiel a la vez que es más atrapante para el espectador. Y ni hablar de los personajes que son tal cual como el mismo autor los concibió en el papel.

Hablando de personajes, es increíble el poco recibimiento que tiene esta película dentro de la filmografía de Anthony Hopkins, quien la protagoniza, siendo este uno de sus mejores trabajos interpretativos. Como Corky, Hopkins tiene un desarrollo espectacular al mostrar a un hombre que poco a poco cae dentro de un circulo de psicótico y enfermizo en el que se va hundiendo más y más y del cual podemos ver su evolución, llegándonos realmente a preocuparnos por su salud mental y lo que esto puede llegar a afectar a los personajes secundarios. Impresionante también la forma en como caracteriza a este mago, que en cierto punto alcanza un aire al Norman Bates de Anthony Perkins en Psycho (1960) de Hitchcock, y no solo el trabajo de Hopkins se lleva las palmas por su interpretación sino en la forma como se mete en el papel del mago al ejecutar con total control las habilidades de dicho personajes, como sus trucos con las cartas y como obviamente el control y el ventrilocuismo con su muñeco, Frats, parte importante de esta película y quien, gracias a el actor, parece un personaje más de la película aun cuando, al parecer, sabemos quien tiene el control de quien.

A pesar de que la película cuenta con pocos personajes secundarios todos cumplen a cabalidad al retratar fielmente a su homónimo literario, Ann-Margret como Peggy Snow, la obsesión amorosa de Corky, nos muestra a un personaje sin esperanzas que ve en su viejo amigo una luz para poder salir de la vida que lleva cuando se casó con Duke, interpretado por Ed Lauter, un hombre machista que ha visto como su vida se ha venido abajo y ve su estabilidad emocional puesta a prueba con la aparición de Corky a la vida de él y de su esposa formándose una especie de triángulo amoroso que afectara sus vidas. Mención especial al fallecido Burgess Meredith (Rocky) como el agente y amigo de Corky.

Richard Attenborough
Además del excelente guion la película funciona por el tacto de su director, el ya fallecido Richard Attenborough (1923–2014) ganador del Oscar por Gandhi (1982) y responsables de otras películas como Chaplin (1992), el director crea durante toda la película una atmosfera en donde uno sabe que todo va a acabar muy mal y no solo por la mala leche de su personaje principal sino por como nos muestra la relación de Corky con su marioneta Frats. El director logra capturar la magia de William Goldman y la forma como mostraba el desarrollo de la locura de Corky y el inminente riesgo que suponía para las personas que estaban a su alrededor. Magic da esa sensación de película clásica. No es una película totalmente terrorífica, sino una cinta donde tanto el director como el guionista se toman su tiempo para construir en crescendo una historia cuyo nivel de suspenso nos mantiene pegado a la acción de la pantalla y aunque no se ve mucho de esa acción la forma como están escritos los personajes y dirigida la cinta es suficiente para mantener la atención a ella, sumado a la música del también fallecido Jerry Goldmsith (Alien, Poltrergeist) y la cuidada fotografía de Victor J. Kemper hacen de este un clásico que lastimosamente no está bien valorado.

No entiendo como una película como Magic ha pasado desapercibida bajo el radar de muchas personas, confieso que llegue a la película gracias al libro que conseguí por casualidad y hasta ahora ha sido uno de los descubrimientos literarios y cinematográficos más agradables que he tenido. Si bien la película, quede este lado del charco se llegó a llamar “El Muñeco Diabólico” y hasta” Magia Negra” no tiene nada que ver con esos títulos a los que fue traducida en países de habla hispana si es un estudio sobre la psicología de su personaje principal y el deterioro de su psique, no la típica película sobre el muñeco asesino que se ha puesto de moda últimamente  por películas como Annabelle (2014). Me atrevería comparar esta cinta con Psycho (1960), guardando su debida distancia, sobre todo a la hora de mostrar un personaje muy complejo que en este caso canaliza y crea una especie de segunda personalidad en un muñeco de madera que utiliza para hacer lo que él no se atreve, o puede, hacer.



Y a pesar de que para muchos, Magic le puede parecer demasiado sosa o incluso “desactualizada”, es una cinta que por lo menos vale la pena ver una vez para regocijarse con la grandeza actoral de un peso pesado de la actuación como lo es Anthony Hopkins y ver que el actor es mucho más que su personaje de Hannibal.


sábado, 22 de noviembre de 2014

Mercy (2014)


Stephen King es uno de los autores que tiene una enorme bibliografía a la cual recurren, de vez en cuando, tantos productores como estudios para buscar dentro de tantos libros e historias cortas algo para adaptar, y no es por nada, pero el autor es el responsable de libros en los que se han basado películas tan importantes dentro del género del horror (Carrie, The Shining, Misery) y el drama (Dolores Claiborne, The Shawshank Redemption) que sin duda es una buena fuente a la que Hollywood se dirige cuando las ideas parecen no fluir. Mercy es la nueva película basada en Gramma, una historia menor de Stephen King, que recientemente se estrenó (al igual que A Good Marriage) directamente al mercado del VOD (vídeo bajo demanda), no tan conocida como sus cientos de historias pero que a pesar de eso ya había visto su adaptación en el capítulo 18 de la primera temporada de la conocida serie televisiva de 1985 La Dimensión Desconocida. En esta nueva adaptación, dos hermanos van con su madre a cuidar a su abuela enferma, descubriendo que ella es una bruja que realizó un pacto diabólico usando magia negra años atrás con el fin de cumplir uno de sus más grandes sueños. 

El principal problema de este guión escrito por Matt Greenberg (1408, Halloween: H20) es que la fuente en que se basa para adaptar la historia es muy limitada, adaptar un cuento tan corto como lo es Gramma, no es algo muy fácil de hacer, ya que pueden ocurrir dos cosas: o se puede lograr expandir la historia haciendo algo más brillante y complejo, o también se puede caer en el error de echarlo todo a perder llenando la historia con personajes y detalles que le restan fuerza a la cinta, y esto es lo que ocurre en esta película, la historia de la cinta, a diferencia del cuento, se centra en los dos hermanos, George y Buddy, quien junto a su madre deciden hacerse cargo de su abuela, quién es sacada de un asilo luego de que se dieran cuenta de que ya tenía los días contados. La historia en la película toca temas como el abandono a los adultos mayores y como estos se vuelven una "carga" para sus familiares, pero George no lo ve así, a diferencia de su madre, su abuela en sus días lucidos fue como una amiga y ahora ve en su enfermedad la oportunidad de retribuirle con cuidados todo lo que ella le enseñó.



A simple vista, la historia puede parecer un drama y es que a pesar de los primeros minutos no se toca para nada el tema sobrenatural durante gran parte de la primera mitad de la película, vemos a George cuidando de su abuela mientras que su hermano Buddy, se desentiende de su labor, y debido a los comentarios de su tío y el párroco del pueblo empieza a darse cuenta del oscuro pasado de su abuela, y es ahí en ese momento donde empieza lo sobrenatural, con un desarrollo ya antes visto en películas sobre maldiciones, el clímax realmente no funciona, las escenas son muy oscuras y las acciones de los protagonistas son muy predecibles, además de eso, se le dio a la cinta un happy ending cuando hubiese sido un triunfo haberle dado el giro siniestro que le dio King a su historia.

En el cuento corto los únicos personajes durante todo el desarrollo de la historia son George y su abuela, pero en la película el guionista metió más personajes por cuestiones de metraje, porque en realidad no aportan nada a la historia, restando misterios y agregando explicaciones que le resta puntos a la película, a diferencias de personajes como el de George, interpretado por Chandler Riggs, Carl en The Walking Dead, su tío interpretado por Mark Duplass y su abuela Mercy, el resto de personajes a pesar de estar interpretados por actores buenos, no terminan por convencer y uno se desentiende rápido de ellos.



No conozco mucho de su director Peter Cornwell, pero por lo visto en su anterior película, The Haunting in Connecticut, a quedado a gusto con el tema de las maldiciones y posesiones, es una lastima que el director no aprovechó las escenas de suspenso para construir una película atmosférica, y cuando la acción sale a relucir y el clímax se vuelve intenso el director desaprovecha el momento con escenas demasiados oscuras que llegan a desesperar. Eso sí, un punto fuerte para esta película es su fotografía en exteriores, los paisajes son muy hermosos con cierto misticismo, es una lastima que en los interiores la película simplemente flojee.

Dentro de todas las películas basadas en los libros de Stephen King siempre son pocas las que logran hacerle justicia al material original o incluso superarlo, Mercy se queda a medio camino de lograr una adaptación decente, si bien anoté que la historia en la que se basa es un cuento corto (que a propósito está mejor adaptado y es más fiel la adaptación de La Dimensión Desconocida), los muchos detalles y alargues no aportan casi nada a la cinta (el personaje de la "amiga imaginaria" de George es penoso) restandole mucho el misterio con relación al material original.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Boyhood (2014)



Hay momentos en la vida que son innolvidables, momentos que nos marcan y que juegan un papel importante en nuestro futuro, quizá de esas etapas que tenemos como seres humanos hay una en especial que siempre añoraremos y esa es la etapa que va desde la niñez, pasando por la adolescencia hacia la adultez, y de esos grandes cambios que sufrimos durante esa etapa se han escrito muchos libros y filmados muchas películas pero quizá nunca con la misma pasión, honestidad y valentía como Boyhood de ese interesante director que es Richard Linklater.

Tal vez sí, el gimmick que usó el director (eso de estar filmada a lo largo de 12 años (2002-2013) pero en solo 39 días de rodaje) le da cierta ventaja sobre otras películas, pero no es algo que está simplemente por el hecho de estar, sino algo que va de la mano con la historia, el desarrollo y el estilo narrativo que nos plantea el director en esta cinta. Esta es la historia de Mason (Ellar Coltrane) desde los seis años y durante una década poblada de cambios: mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, también desilusiones, momentos maravillosos, de miedo y de una constante mezcla de desgarro y sorpresa. En pocas palabras es la historia de la vida de muchas personas, y por lo cual es más fácil sentirse identificado que con cualquier otra cinta de similar planteamiento.



Lo que nos plantea Richard Linklater no es más que un espejo, un espejo en donde nos vemos fielmente reflejados y en el que más de uno, en muchas de las etapas por la que atraviesa, Mason, el protagonista de la cinta, se va a sentir aludido, su historia no solamente es su historia sino la historia de muchas personas, y de la vida, que se ve afectada por los cambios que pasan a su alrededor, ya sean familiares o personales. Sumado a todo esto, Boyhood es la historia de una década, diez años de historia que se ven escena tras escena con ayuda de los diferentes sucesos que marcan una vida, por ejemplo, la historia abre con la hermosa canción Yellow de Coldplay, justo con la canción con la que la banda empezaba a despejar, también vemos a la hermana de Mason, Samatha, interpretada por Lorelei Linklater (hija del director) coreografiar uno de los hits de Britney Spears, así también vemos a un Mason atrapado por la magia de Dragon Ball Z, y un Estados Unidos a punto de salir de la presidencia de Bush y la inclinación de los hermanos (gracias a loa influencia de su padre) hacía la candidatura de Barack Obama, estos detalles y muchos otros más enriquecen de una manera extraordinaria la épica película de Linklater.

Una que imagine presenciar en el cine el crecimiento de los actores en "tiempo real", y es que ver a Ellar Coltrane (Mason) crecer no solo fisica sino emocionalmente fue algo bastante mágico, un aspecto único que sin duda es el punto más fuerte de esta película, su personaje no sólo evoluciona a nivel físico, pasando por las diferentes etapas por las que pasan los adolescentes, sino también a nivel mental y psicologico debido a los hechos de su vida; el regreso de su padre, luego de años sin haberlo visto, el matrimonio de su madre, violencia intrafamiliar, separación, bullying, enamoramiento, desenamoramiento, nuevas bodas, compromisos y responsabilidades, todo eso y mucho más moldea de una forma al personaje de Mason, y lo mejor es que somos testigos de como va cambiando su vida y la forma en como ve las cosas. Sumado esto también vemos el paso del tiempo en los padres de Mason, Ethan Hawke y Patricia Arquette, está última teniendo muchos cambios físicos significativos, y es que no es lo mismo ver a un actor envejecido por el maquillaje o por la magia del cine, que presenciar los cambios reales que tienen a través del tiempo, y en más de diez años pasan muchas cosas.

Boyhood sin dudas es el proyecto más ambicioso y pretencioso de Richard Linklater del cual sale muy bien librado, el director y también guionista encontró la forma perfecta de narrar la juventud de una persona, nunca antes me había visto reflejado gran parte de mi niñez y adolescencia en una película como lo fue en ésta, si bien la historia no tiene nada fuera de lo común y es la más normal del mundo es esa normalidad la que la hace fabulosa, sin artificios y ni agregados nos cuenta una historia real, que pasa de lo claros a los oscuros, como la vida misma. Es una epopeya no solamente sobre Mason sino sobre todos nosotros.