domingo, 23 de noviembre de 2014

Libro VS Película: Magic


Fats: Abróchense los cinturones. Va a ser una noche de muchos sobresaltos.

William Goldman es un novelista estadounidense, no sólo reconocido en el ámbito literario sino también en el cinematográfico, ya que además de escribir los guiones para varias de las películas adaptadas en sus libros también hace el trabajo como guionista independiente, Goldman es el responsable del guion de Misery (1990)  de Rob Reiner, considerada por muchos como una de las mejores adaptaciones de un libro de Stephen King. Y queda claro, después de ver también Magic, basada en su libro homónimo, y el cual también colabora como guionista su talento para hacer el traspaso del papel al celuloide.

William Goldman
Tal como pasó en la reciente Gone Girl (2014) de David Fincher donde la autora Gillian Flynn fue la responsable de escribir el guion de esta sorprendente cinta basada en su libro, superando con creces su homónimo literario, lo mismo sucede en esta película de 1978 donde queda claro que para que una película iguale o supere a su homónimo literario, por lo general, debe estar firmada por el autor del material original, y es que ¿quién más si no el autor para traspasar la magia de las letras a las imágenes? Y aunque esta no es una regla establecida, porque aun así han habido grandes películas basadas en libros escritos por guionistas diferentes a sus autores, sí que es interesante ver como el autor le da vida a sus personajes mediante el formato fílmico.

Magic nos presenta a Corky Withers, un mago profesional al que después de una vida sin éxito, las cosas empiezan a mejorar,  ha logrado encontrar el carisma que le faltaba para poder encantar al público y poder despistarlo para que le salgan bien sus trucos de magia: una marioneta, a la que llama Fats, con la que interactúa en el escenario y la que se convierte en su amigo inseparable. Pero cuando Corky está a punto de consolidarse, teniendo la posibilidad de actuar en televisión, logrando mediante su representante la oportunidad de grabar un piloto para la NBC, el mago comienza a tener problemas psicológicos que llegan a comprometer no sólo su vida profesional sino personal.


Como bien había comentado antes esta película es una adaptación de Magic, libro escrito por William Goldman quien también se encarga de escribir el guion logrando no solo una adaptación fiel de su obra sino también una película que supera con creces a su creación literaria. La película, a diferencia del libro, nos narra con un desarrollo ágil la historia de su personaje principal, algo que simplemente no ocurre con su homónimo literario. El libro se divide en tres actos: el primero en el que todo es confuso y se puede volver muy complejo a la hora de seguirle el hilo a la historia mostrando a un Corky lidiando con sus problemas mentales; el segundo acto donde nos trasladan al pasado del personaje principal, su relación con su padre y su primer y único gran amor; y el tercer acto, lleno de muchos momentos no solo reveladores sino terroríficos donde el autor se luce al mostrar a un personaje devastado psicológicamente lidiando con todas las consecuencias de sus problemas. Se puede identificar este tercer acto como en el que se basa gran parte de la película. Y aunque se puede echar de menos detalles de la historia como la forma en que Frats llegó a la vida de Corky o una historia más profunda de este personaje con relación a su familia y los momentos previos a conocer a su mentor, Merlin, William Goldman se las ingenia para que esos detalles que en el libro enriquecían la lectura no hagan falta en la película, haciendo sorprendentemente de ésta una versión muy fiel a la vez que es más atrapante para el espectador. Y ni hablar de los personajes que son tal cual como el mismo autor los concibió en el papel.

Hablando de personajes, es increíble el poco recibimiento que tiene esta película dentro de la filmografía de Anthony Hopkins, quien la protagoniza, siendo este uno de sus mejores trabajos interpretativos. Como Corky, Hopkins tiene un desarrollo espectacular al mostrar a un hombre que poco a poco cae dentro de un circulo de psicótico y enfermizo en el que se va hundiendo más y más y del cual podemos ver su evolución, llegándonos realmente a preocuparnos por su salud mental y lo que esto puede llegar a afectar a los personajes secundarios. Impresionante también la forma en como caracteriza a este mago, que en cierto punto alcanza un aire al Norman Bates de Anthony Perkins en Psycho (1960) de Hitchcock, y no solo el trabajo de Hopkins se lleva las palmas por su interpretación sino en la forma como se mete en el papel del mago al ejecutar con total control las habilidades de dicho personajes, como sus trucos con las cartas y como obviamente el control y el ventrilocuismo con su muñeco, Frats, parte importante de esta película y quien, gracias a el actor, parece un personaje más de la película aun cuando, al parecer, sabemos quien tiene el control de quien.

A pesar de que la película cuenta con pocos personajes secundarios todos cumplen a cabalidad al retratar fielmente a su homónimo literario, Ann-Margret como Peggy Snow, la obsesión amorosa de Corky, nos muestra a un personaje sin esperanzas que ve en su viejo amigo una luz para poder salir de la vida que lleva cuando se casó con Duke, interpretado por Ed Lauter, un hombre machista que ha visto como su vida se ha venido abajo y ve su estabilidad emocional puesta a prueba con la aparición de Corky a la vida de él y de su esposa formándose una especie de triángulo amoroso que afectara sus vidas. Mención especial al fallecido Burgess Meredith (Rocky) como el agente y amigo de Corky.

Richard Attenborough
Además del excelente guion la película funciona por el tacto de su director, el ya fallecido Richard Attenborough (1923–2014) ganador del Oscar por Gandhi (1982) y responsables de otras películas como Chaplin (1992), el director crea durante toda la película una atmosfera en donde uno sabe que todo va a acabar muy mal y no solo por la mala leche de su personaje principal sino por como nos muestra la relación de Corky con su marioneta Frats. El director logra capturar la magia de William Goldman y la forma como mostraba el desarrollo de la locura de Corky y el inminente riesgo que suponía para las personas que estaban a su alrededor. Magic da esa sensación de película clásica. No es una película totalmente terrorífica, sino una cinta donde tanto el director como el guionista se toman su tiempo para construir en crescendo una historia cuyo nivel de suspenso nos mantiene pegado a la acción de la pantalla y aunque no se ve mucho de esa acción la forma como están escritos los personajes y dirigida la cinta es suficiente para mantener la atención a ella, sumado a la música del también fallecido Jerry Goldmsith (Alien, Poltrergeist) y la cuidada fotografía de Victor J. Kemper hacen de este un clásico que lastimosamente no está bien valorado.

No entiendo como una película como Magic ha pasado desapercibida bajo el radar de muchas personas, confieso que llegue a la película gracias al libro que conseguí por casualidad y hasta ahora ha sido uno de los descubrimientos literarios y cinematográficos más agradables que he tenido. Si bien la película, quede este lado del charco se llegó a llamar “El Muñeco Diabólico” y hasta” Magia Negra” no tiene nada que ver con esos títulos a los que fue traducida en países de habla hispana si es un estudio sobre la psicología de su personaje principal y el deterioro de su psique, no la típica película sobre el muñeco asesino que se ha puesto de moda últimamente  por películas como Annabelle (2014). Me atrevería comparar esta cinta con Psycho (1960), guardando su debida distancia, sobre todo a la hora de mostrar un personaje muy complejo que en este caso canaliza y crea una especie de segunda personalidad en un muñeco de madera que utiliza para hacer lo que él no se atreve, o puede, hacer.



Y a pesar de que para muchos, Magic le puede parecer demasiado sosa o incluso “desactualizada”, es una cinta que por lo menos vale la pena ver una vez para regocijarse con la grandeza actoral de un peso pesado de la actuación como lo es Anthony Hopkins y ver que el actor es mucho más que su personaje de Hannibal.


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