martes, 27 de enero de 2015

Dead End (2003)

 

Es Nochebuena. Frank Harrington lleva en coche a su mujer y a sus hijos a casa de sus suegros para celebrar juntos la Navidad. Pero este año Frank decide por primera vez tomar un atajo hasta allí, sin saber que está a punto de cometer el peor error de su vida Una misteriosa mujer vestida de blanco surge del bosque para sembrar la muerte a su paso. Las señales de carretera indican la dirección a una ciudad a la que no se puede llegar. Con cada interminable kilómetro que recorren, un sentimiento incontrolable de horror se apodera de los Harrington, que en su desesperación no pueden pensar más que en una cosa: salir de aquella carretera. La pesadilla ha empezado.

Recordaba muy poco sobre esta película, el hecho de que le tuviera tanto cariño fue quizás que para la época en que la vi estaba muy entusiasmado con el hecho de que ya podía ver todas las películas que me llamaban la atención gracias a que, muchas de ellas, estaban llegando en formato DVD, y este título realmente sorprendió, no era una película de horror, si no más bien una cinta de suspenso con un guión, que a pesar de sus defectos, está muy bien trabajado.


Esta road movie de terror, se mantiene solamente por su guión y una historia que realmente atrapa, ya que a pesar de que no tiene muchos momentos brillantes, durante gran parte de la cinta estamos atrapados, al igual que sus personajes, por el suspenso y el misterio que encierra el hecho de que una familia se haya perdido en la mitad de un oscuro bosque en víspera de nochebuena. Y es que cuando el patriarca de la familia decide tomar un atajo para llegar a la cena familiar en casa de la familia de su esposa, una aparición conocida como "la mujer en blanco" empieza a hacer estragos en la psique de los integrantes haciendo de este paseo familiar todo un infierno cuando cada uno empiece a decirse las verdades haciendo el viaje mucho más tortuoso.

Dead End nos mantiene pegados a su historia gracias a la forma de como los personajes se van desenvolviendo dentro de la situación en la que está, logrando ser por momentos bastante pretenciosa, incluso para si misma, tanto la historia como la película fallan al tratar de ser serias y en el camino va tomando giros incómodos y hasta jocosos que logran restarle muchos puntos, situaciones como algunos comportamientos de sus personajes o algunos apartes de los diálogos no aportan nada a la historia tan interesante que desde un principio intenta vendernos.


Con unas correctísimas actuaciones donde quizá las que sobresalgan son las de Ray Wise y Lin Shaye, a quien hemos visto en Insidious, la película logra mantenerse a flote, a pesar de que la película transcurre la gran parte del tiempo dentro del auto, los directores y guionistas Jean-Baptiste Andrea y Fabrice Canepa hacen que esto no sea un inconveniente, ya que las dosis de misterio y la velocidad como se desarrolla a la historia hace que estemos siempre al tanto de los sucesos, olvidándonos prácticamente del lugar o la forma como transcurren los hechos. Dead End quizás hubiese sido más efectiva si se hubiese aprovechado más la oscuridad de la noche, la fotografía y las locaciones y una musicalización que fuera mucho más acorde a la historia.

Dead End no es una gran película, tiene muchos fallos tanto técnicos y argumentales pero la forma en que nos atrapa dentro de su telaraña de misterio hacen de esta cinta una película muy agradable de ver. Es cierto que a los directores le falto pulir mucho más algunos detalles y tapar quizás algunos huecos en la trama pero la cinta es agradable de ver además de que es muy libre a interpretaciones.

Calificación: 7/10

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