viernes, 5 de diciembre de 2014

Exodus: Gods and Kings (2014)



 Hollywood, prácticamente, abrió y cerró este 2014 con películas bíblicas (sin meter la múltiples películas de carácter religioso que se estrenaron en el transcurso del año), la primera cinta fue Noah de Darren Aronofsky, quién reimaginó la historia de Noé y el gran diluvio con un resultado final que dejó más detractores que partidarios, y la última de este año es la cinta de corte épico, Exodus: Gods and Kings (Exodus: Dioses y reyes) de Ridley Scott quien reinterpreta la historia detrás de Moisés y su travesía por liberar al pueblo hebreo de la esclavitud al que el reino de Egipto los tenía sometidos. 

Noah a pesar de sus fallos y su excesiva extravagancia me pareció una película muy interesante, muy por debajo eso sí, de las otras obras cumbres de Aronofsky, pero que nos presenta a un Noé un poco más "oscuro", y con muchas más dilemas, en pocas palabras: "más humano", con una mitología  muy original inherente de la película, en cambio la película de Scott, a excepción de unas muy buenas libertades que se da con el guion respecto al material original, no es muy arriesgada y se siente muy pesada dejando un vacío en el mismo en que termina, no muestra nada relevante que recordar y además las pretensiones de su producción oscurecen mucho a la misma película.


Ni con un planilla de actores como Christian Bale y su co-protagonista Joel Edgerton, quienes destacan muy por encima del resto de actores, Exodus: Gods and Kings logra brillar, y es que el manejo que se le da a los personajes no está muy bien trabajado, pasan muchas situaciones que uno olvida el trasfondo que le intentaron dar en un principio, y por si fuera poco tanto como Ben KingsleySigourney Weaver están bastante desperdiciados, sobre todo esta última que su participación en la película se puede resumir como un simple cameo.

Para una película de este corte, con un director como Ridley Scott me esperaba algo un poco más épico, quizás más aventuras y un poco de acción, pero el director se dedica a contarnos la historia de un Moisés en busca de su fe, y como un instrumento para liberar al pueblo Hebreo. Hubo muchas reinterpretaciones de momentos clásicos de esta historia bíblica como lo fueron las diez plagas de Egipto y la huida a través del Mar Rojo que realmente logran ser los únicos detalles maravillosos de esta película, el guionista Steven Zaillian, viejo colaborador de Scott, se luce sorprendiendo en la forma como reinterpreta los elementos clásicos de esta historia como, por ejemplo, el momento cumbre de la película como la escena donde interviene el Mar Rojo, que me pareció muy acorde al tono de la película. Aún así estos detalles quizás a la gente no les gustará y es que por lo general en las películas basadas en textos bíblicos las personas siempre buscan fidelidad con respecto al material original, por lo que eso es algo que puede jugar en su contra.


Ridley Scott es un director muy querido, nunca se mantiene en un género en particular, ha dirigido películas de horror como Alien, pasando por la ciencia ficción como Blade Runner, y hasta el drama con su película Thelma & Louise, por lo que es considerado un director muy versátil y aquí demuestra esa versatilidad a la hora de dirigir, aunque se mantiene dentro de los parámetros establecidos para este tipo de películas. Sus efectos grandilocuentes y la maravillosa fotografía cumplen con darle ese aspecto épico a la cinta, y es que a pesar de unos CGI no tan deslumbrantes siempre llena la pantalla con muchos detalles, tristemente todo ese trabajo técnico queda rápidamente olvidado y es que la historia tampoco se desarrollo de una forma muy atrapante para sostener la propia película. Además las muchas escenas irrisorias le restan seriedad a la película en los momentos más dramáticos.

Exodus: Gods and Kings cuenta con muchas fallas, se vende como una película épica pero no logra llenar completamente las expectativas, su largo metraje no justifica la historia tan pobremente trabajada y los actores a excepción quizás de los dos protagonistas no se sienten, queda claro que Ridley Scott no buscaba hacer otra The Ten Commandments, pero entonces ¿para qué arriesgarse con una historia que desde 1956, el director Cecil B. DeMille, contó y que aún permanece como una de las mejores cintas dentro de su temática?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario